El conflicto que el Sindicato de Recolectores mantiene con las empresas, por el cual no se está prestando el servicio con normalidad en algunas zonas de la ciudad, ingresó en una tregua hasta el lunes. Por lo tanto, desde ayer y durante todo el fin de semana la tarea se prestará con normalidad, según garantizaron desde el gremio.
Debido a las asambleas de dos horas que vienen realizando los trabajadores en reclamo de mejoras en el equipamiento y herramientas de trabajo, se vio resentida la recolección normal de residuos, lo que derivó en contenedores rebalsados. Ahora se decidió levantar la medida ante el pronóstico de lluvias fuertes que el Servicio Meteorológico anunció para la ciudad y la región.
No obstante, los recolectores advirtieron que si el lunes que viene no tienen una respuesta satisfactoria de parte de las empresas respecto del pedido de mejores condiciones laborales, se agudizarán las medidas y las asambleas serán de tres horas en vez de dos.
La decisión gremial afectó parcialmente los servicios de higiene urbana y recolección de las empresas Lime, que opera de avenida Pellegrini hacia el sur, y LimpAr hacia el norte. El centro rosarino, avenidas y complejos Fonavi, es jurisdicción de la empresa Sumar, que es de capital municipal.
El secretario general del sindicato de Trabajadores de Servicios de Recolección y Barrido, Marcelo Andrada, explicó que uno de los pedidos es que las firmas privadas inviertan en equipamiento. “La empresa Sumar llegó a los 52 millones de inversión, en cambio las otras dos empresas están trabajando con camiones antiguos, de 2008, y los contenedores están rotos. Ni siquiera los carritos barrenderos que se prometieron nos dieron”, dijo.
“Hay una barredora viejísima con la que pretenden barrer las calles de Rosario. Necesitamos tecnología nueva. Nosotros planteamos que los contenedores de chapa de carga trasera accidentaban a los trabajadores y no tuvimos respuesta”, especificó Andrada.
