Brian “Pescadito” Sprío, un joven de 26 años que en los próximos meses se sentará en el banquillo de los acusados por el Triple Crimen de Villa Moreno, fue condenado a tres años de prisión por el delito de tenencia simple de explosivos. Esto, en el contexto de otra investigación –por tráfico de estupefacientes, en el fuero federal–, por la cual Sprío firmó un juicio abreviado que lo condenó a cinco años y medio de prisión. Es que cuando el muchacho cayó preso por esa causa, además de las drogas se le secuestró una granada de mano.
Brian Ismael Sprío, Pescadito, está procesado como coautor en los homicidios de Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patóm” Rodríguez, los tres militantes del Frente Popular Darío Santillán que el 1º de enero de 2012 fueron acribillados a tiros mientras festejaban Año Nuevo en una canchita de fútbol de Dorrego y Presidente Quintana.
Pescadito cayó preso ese mismo mes y, además del expediente por la masacre, quedó vinculado con otra causa, en este caso de la Justicia federal, por el funcionamiento de un búnker. Según el fallo que aceptó firmar, Pescadito regenteaba el punto de venta de estupefacientes: lo condenaron a 5 años y medio de prisión.
Cuando la Policía allanó su vivienda de Biedma al 3100 y encontró las drogas –seis kilos entre cocaína y marihuana– halló además una granada de mano EA-M5, lo que abrió una causa paralela en los Tribunales provinciales. Los peritajes determinaron que el arma estaba en perfecto estado y apta para explotar. Debido a que en el mismo lugar se halló documentación a nombre de Pescadito, el Juzgado de Sentencia 4ª, a cargo de Julio Kesuani, consideró que existían pruebas suficientes para condenarlo por tenencia simple de explosivos a tres años de prisión.
La saga fatal
Otro de los procesados por el Triple Crimen de Villa Moreno, Mauricio “Maurico” Palavecino, fue condenado la semana pasada a seis años de prisión por el ataque a tiros ocurrido dos días antes de la masacre que tuvo como víctima a Facundo Osuna –quien luego sería asesinado–, el primer eslabón de la saga que acabó en los homicidios de los tres militantes del Frente Darío Santillán. El monto de pena por esta agresión incluyó un robo calificado, mientras que además del próximo juicio por los asesinatos del 1º de enero de 2012 Palavecino enfrenta acusaciones por amenazas realizadas vía telefónica contra su ex pareja y su ex suegra, desde el penal en que está alojado.
Dos días después del ataque sobre Osuna, el 1º de enero de 2012, Maximiliano “Quemadito” Rodríguez –quien sería asesinado un año más tarde– fue baleado mientras estaba estacionado en su auto BMW, junto con su novia, en Garay y Vera Mujica. Herido de tres tiros, declaró que los atacantes habían sido Ezequiel Villalba, alias Negro, y un adolescente conocido como Danonino, compinches de Facu Osuna (el móvil de este ataque habría sido una venganza por la balacera sobre Osuna). Minutos después, según la investigación, el padre y allegados a Rodríguez desataron con una ametralladora la masacre en Presidente Quintana y Dorrego.
Por este caso están prontos a ser enjuiciados –está definido el tribunal y sólo resta la fecha de inicio del debate, previsto para octubre– el padre del Quemadito, Sergio “Quemado” Rodríguez, y Daniel “Teletubi” Delgado, además de Sprío, como coautores de tres homicidios agravados por uso de armas y la participación de un menor; y también Palavecino, por los mismos cargos pero como partícipe necesario.
A principios de agosto, un quinto encausado, Brian “Damiancito” Romero, acordó en juicio abreviado pena de 8 años de prisión por su participación secundaria en la matanza. En tanto, tres policías están procesados por incumplimiento de deberes y encubrimiento en el marco del mismo caso pero en otro expediente.