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Tres años de prisión por matar animalitos durante prácticas sexuales

Iván Cantaruti, de 25 años, aceptó el monto de la pena en un acuerdo abreviado. Le atribuyeron los delitos de incitador de actos de crueldad animal en carácter de autor e integrante de una asociación ilícita que perpetraba estos hechos aberrantes.

El joven de 25 años imputado por actos de crueldad animal durante sus relaciones sexuales recibió una pena de tres años de prisión efectiva tras haber aceptado los términos de un procedimiento abreviado presentado por Fiscalía y aceptado por la defensa del acusado, en una audiencia llevada adelante en Tribunales de la ciudad de Santa Fe.

A Iván Cantaruti lo detuvieron en diciembre del año pasado. El fiscal Omar De Pedro le atribuyó los delitos de incitador de actos de crueldad animal en carácter de autor e integrante de una asociación ilícita que perpetraba estos hechos aberrantes. Mientras tanto, la Fiscalía busca identificar a las mujeres que participaban de estas prácticas.

De acuerdo a la reconstrucción de los hechos realizados por el fiscal De Pedro, el condenado contrataba a distintas mujeres, que en su mayoría eran trabajadoras sexuales, y luego les abonaba distintas sumas de dinero.

La actividad atribuida al imputado se remonta al menos a marzo de 2019. Según el fiscal, Cantaruti contactaba a personas para «tomar parte en actos que implican sufrimiento sin motivo válido ni autorizado por la ley, o que lastiman innecesariamente a animales de diferentes especies, de pequeño porte, entregando dinero a diferentes personas a fin de que con distintas partes de su cuerpo, y/o con objetos como sillas, aplasten a los animales mientras usted filma con el fin de producir videos en el marco de una práctica que se conoce como crush fetish», refirió la acusación.

De Pedro señaló que además de Cantaruti hay otras personas involucradas. Por ejemplo, alguien «que le proveía vestidos con que se vestían en ocasiones las mujeres que concretaban materialmente tales actos».

Estas personas también son consideradas integrantes de la asociación. «Actúan con conocimientos de que integran la organización destinada a realizar los actos descriptos, siendo convocadas, entre otros medios, a través de la página de internet «Skokka», donde ofrecen servicios sexuales», puntualizó De Pedro.

Entre la evidencia que enumeró el fiscal para robustecer la imputación, sobresalen los aportes de la titular de la Asociación Contra Actos de Crueldad y Maltrato Animal, como fotos y videos que recibió de parte de un remisero.

Una trabajadora sexual que fue contactada por el imputado para realizar las prácticas le pidió ayuda al remisero para hacer llegar la información a la asociación de protección animal.

El caso adquirió conocimiento público tras dos denuncias radicadas -una en marzo del 2019 y otra en octubre del 2020- por ONG Asociación Contra la Crueldad y el Maltrato Animal.

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