Una de las viudas negras más famosas de Rosario recibió su cuarta condena, esta vez a tres años de prisión, por dormir a una abuela para desvalijarla en junio pasado en su casa de Cabildo al 500. Fue en un juicio abreviado celebrado ayer, donde a magistrada Roxana Bernardelli resolvió declarar reincidente a la acusada y constató el resarcimiento económico de 8.000 pesos para la víctima.
Nancy Beatriz Basualdo tiene 56 años y hace 17 años tuvo su primera condena por un hecho similar al de ayer. Fue compañera de la otra conocida viuda negra, Eva García, una ex azafata también condenada por varios engaños a mujeres mayores para robarles dinero y joyas.
A Nancy la apodan viuda negra por la modalidad que eligió para cometer la veintena de robos por los que quedó acusada y por los que obtuvo tres condenas más. Sus víctimas son jubilados a los que les gana la confianza con una alocución perfecta. Llega de visita y con una infusión de por medio su víctima pierde la noción de tiempo y espacio, se siente mareada, somnolienta y queda a merced de los pedidos de la viuda. Despierta algunas horas después, atontada. Se percata del engaño y en vano va a buscar sus ahorros y sus joyas.
El último caso por el que fue condenada ayer por la tarde ocurrió a mediados de junio pasado en una vivienda de barrio Roque Sáenz Peña. Su víctima fue Eugenia P., de 76 años.
Se conocieron en la parada de colectivos de Cabildo y Salvá. Nancy se presentó como Norma, dijo que necesitaba souvenirs para una fiesta y se ganó la invitación a la casa de la abuela ubicada a pocos metros, en Cabildo al 500. En medio de la charla, cebó un mate y Eugenia se durmió. Cuando la dueña de casa despertó se había quedado sin sus joyas, sus 14 mil pesos se habían esfumado y tampoco halló sus 900 dólares.
Eugenia hizo la denuncia a finales de junio y el 2 de julio, la Policía allanó la casa de Nancy, en La Plata al 3200 de Villa Gobernador Gálvez. En la vivienda los policías de la PDI encontraron 911 dólares, 3.800 pesos, un celular, bolsos y otras pertenencias de Eugenia. Los pesquisas también encontraron un polvo encapsulado que resultó ser benzodiazepinas, una droga presente en ansiolíticos como el Lexotanil, que actúa como somnífero.
Nancy aceptó ayer su responsabilidad en el acuerdo que llevó adelante la Fiscalía representada por Georgina Pairola y la defensa a cargo de Luis Tomasevich y recibió una pena a tres años de prisión efectiva por el delito de robo y privación ilegítima de la libertad. Además, fue declarada reincidente y tuvo que resarcir a su víctima con 8 mil pesos.
Miradas
Ayer cerca de las 15, Eugenia entró junto a su nieta a la sala de audiencias para estar presente en el juicio abreviado contra la mujer en la que había confiado. La sala es chica, tiene capacidad para cinco personas, así que la víctima se sentó a pocos pasos de su agresora. Nancy estaba en diagonal vestida con tonos sobrios entre blancos, negros y grises que hacían juego con su largo cabello. Eugenia miró de reojo, pero su nieta hizo lo contrario. Estaba frente a Nancy y le dedicó una mirada fuerte. Al salir se descargó: “Te da bronca verla ahí sentada, todo buenita cuando sabés que drogó y le robó a tu abuela. Decí que es una mujer muy fuerte porque estábamos preocupados”, contó la nieta de Eugenia en referencia a la droga que le suministraron.
Oscar entró último y quedó parado. El hombre es pareja de Nancy desde hace más de una década cuando se conocieron por el 2004 en las clases de teatro de la Unidad 3, de Riccheri y Zeballos. La miraba con cariño y Nancy intentó esquivarlo para no emocionarse. “La vine a ver hoy y también la voy a visitar siempre. Ella está en la Unidad 4 de calle La Paz, seguimos juntos desde que nos conocimos en la Unidad 3”, contó Oscar para excusarse de hacer alguna otra declaración.