La banda de secuestradores virtuales que se hacía pasar por Los Monos quedó imputada ayer en una audiencia en Tribunales por siete hechos de extorsión y sus tres miembros quedaron detenidos con prisión preventiva sin plazo. El grupo delictivo estaba conformado por un joven que estuvo preso hasta hace poco en la cárcel de Piñero y dos internos de esa prisión y quedaron bajo la lupa por una veintena de llamados extorsivos en la que los apretadores se hacían pasar por allegados al clan Cantero y exigían dinero para no usurparles las viviendas o no causar daño a los familiares de las víctimas.
En una audiencia celebrada ayer por la mañana en los Tribunales provinciales Alfredo B. de 22 años, Carlos Miguel F. de 28 y Héctor Edgardo G. de 19 quedaron imputados por siete hechos de extorsión, uno de ellos consumado, en la modalidad de secuestro virtual. Además, el juez Gustavo Pérez Urrechu, a cargo del procedimiento, decidió dictarles prisión preventiva sin plazo a pedido de la fiscal Viviana O’Connell.
Los tres hombres conformaban una banda dedicada a los secuestros virtuales con una particularidad: cuando realizaban los llamados extorsivos les decían a las víctimas que eran miembros de Los Monos, el histórico clan delictivo con base en la villa La Granada, y que si no entregaban dinero en efectivo la vida de sus familiares corría peligro, así como sus viviendas que serían usurpadas. Alfredo y Carlos Miguel se encontraban detenidos en el penal de Piñero, desde, según la imputación, donde realizaban los llamados. La misma acusación pesa sobre, Héctor Edgardo, que había salido un tiempo atrás del mismo penal.
La banda fue desbaratada a partir de una investigación llevada adelante por el fiscal Nicolás Foppiani. Desde el pasado 16 de julio la Justicia seguía la pista de tres llamados telefónicos con una modalidad emparentada con los secuestros virtuales. Las denuncias habían sido efectuadas por personas que habitan domicilios en La Paz al 3200, Ocampo al 3600 y Convención al 2700.
Usurpadores
En uno de estos casos la víctima denunció que una voz masculina del otro lado del teléfono la amenazó con usurpar su casa y secuestrar a sus hijos si no hacía entrega de dinero. Además, le dijo que era parte de la banda de Los Monos. En otro caso, la voz masculina se presentó también como integrante de esa organización y le pidió 30 mil pesos baja las mismas amenazas. En comunicaciones posteriores con la misma víctima, el extorsionador dijo conocer detalles de su vida.
“Así como existe el viejo de la bolsa o fantasmas de ese tipo, invocar al clan Cantero mete casi tanto miedo como decir que hablan de parte del Chapo Guzmán”, aventuró un investigador.
Finalmente, este viernes la Policía detuvo a Héctor en su casa de zona noroeste, mientras que en un allanamiento llevado adelante por efectivos de la Policía de Investigaciones en una celda del penal de Piñero, a los otros dos implicados les incautaron tres celulares y anotaciones con datos de los llamados.
Caso similar desde el mismo penal
Un caso parecido se dio en los últimos días. La víctima fue el padre de Luciano Vechio, un convicto de 32 años que purga una condena por homicidio en la cárcel de Piñero. Al hombre le exigieron 100 mil pesos a cambio de la vida de su hijo y estuvo a punto de cumplir con lo exigido por miedo a que se concretara la amenaza pero reflexionó y radicó una denuncia. La abogada de la familia, Susana Zulkarneinuff, sostuvo que su defendido fue “resguardado” en un buzón, como se conocen las celdas de aislamiento, hasta que logre tramitar un traslado a una unidad penitenciaria de Rosario, “donde debería haber estado desde un principio”.
Es que según la letrada, cuando la Cámara Penal confirmó la condena a 11 años de prisión contra Luciano Vechio, por un homicidio perpetrado a mediados de 2012 en zona sur, dispuso también que la misma sea purgada en una cárcel de “máxima seguridad”, pedido poco frecuente desde el poder judicial. Zulkarneinuff dijo que se opuso a la medida porque ponía en riesgo la supervivencia de su cliente, quien en 30 años no había pisado un penal, pero que igual fue enviado a Piñero.
Conocido como Lucho Canalla, Vechio fue condenado por el crimen de Facundo Osuna, de 17 años, ocurrido el 19 de julio de 2012 en la esquina de Biedma y Balcarce. El menor era uno de las piezas clave en la causa del Triple Crimen de Villa Moreno, aunque su muerte fue desvinculada de ese hecho.