Tres personas murieron anteayer a la noche durante un intenso intercambio de disparos ocurrido en una vivienda de villa Itatí, en la zona sudoeste. Según fuentes policiales, dos hombres armados llegaron caminando alrededor de las 22 y se metieron en una casa que tenía la puerta abierta. Instantes después, el estampido de armas de fuego sacudió la noche e hizo que varios vecinos que estaban en la vereda tratando de mitigar el calor se metieran en sus hogares. Cuando llegó la Policía, encontró dos cuerpos en el piso y al dueño de casa con cinco impactos de bala en el cuerpo, por lo que fue trasladado al Hospital de Emergencias, donde llegó sin vida. Para los investigadores, el hecho fue un ajuste de cuentas.
Domingo Selerpe estaba viviendo en una casa de Pueyrredón al 4200, en villa Itatí, desde hacía poco más de siete meses, luego de estar casi toda su vida en barrio Tablada, de donde se presume se fue para evitar ser asesinado.
“Vinieron para eso. Parece que fue una venganza, porque él (haciendo referencia al propietario de la vivienda) los conocía a los tipos, que son de La Lata, según comentaban por acá”. Con esas palabras, una mujer comenzó a comentar lo sucedido cerca de las 22 de anteayer, cuando dos personas aparecieron caminando con armas en sus manos, ante la atónita mirada de vecinos, quienes de a poco se fueron metiendo en sus domicilios o haciendo “como que no pasaba nada”. “Acá la gente del barrio dijo que estas personas pasaron lo más tranquilos al interior de la casa. Yo escuché varios disparos, pero cuando salí y me asomé ya había pasado todo, duró un segundo”, agregó otra vecina.
Selerpe, conocido como Mingo, vivía junto a una mujer de 30 años y la hija que ambos habían tenido hace cuatro, en Pueyrredón 4234, confiaron fuentes policiales.
Minutos después de las 22 del domingo, dos hombres aprovecharon que la puerta de entrada estaba abierta y se metieron armados en el interior de la casa, explicaron voceros del caso.
Lo que ocurrió luego de la irrupción del par de personas armadas es un misterio. Algunos sostienen que la mujer, al ver a los recién llegados, tomó a su hija y se fue corriendo hacia una habitación; mientras que otros sostienen que fue el propio Mingo quien le sugirió que se fuera a la pieza.
Lo cierto es que instantes después se escuchó un intenso intercambio de disparos, hasta que instantes después, así como la noche se llenó de estruendos y fogonazos, sobrevino el silencio.
Recién ahí la mujer habría salido de su habitación, para encontrarse con un panorama desolador en el comedor: a su pareja y a los dos recién llegados tirados en el piso con sus cuerpos cubiertos de sangre.
Cerca de las 22.30, llegaron al lugar varios móviles policiales que fueron alertados por vecinos. Cuando ingresaron a la vivienda vieron que dos de los hombres habían fallecido, en tanto el tercero –Selerpe– estaba gravemente herido, por lo que fue trasladado al Hospital de Emergencias.
Los policías identificaron a los fallecidos como Abel Argarañaz, de 21 años, quien presentaba al menos cinco impactos en el cuerpo, y a Celso Hugo Aguirre, de 35, con un disparo en el ojo derecho, ambos con antecedentes penales. En tanto, Selerpe –quien poseía un frondoso prontuario– falleció mientras era trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, refirieron las fuentes.
Por su parte, una vecina dijo ayer a El Ciudadano que, tras la balacera, la mujer de Selerpe se fue y no cree que vuelva a pisar el barrio. “Acá no vuelve más, porque tiene la nena que es chiquita, y sabe que los amigos de los que se mataron con el hombre pueden llegar a volver”, aseguró.
El caso quedó a cargo del Juzgado de Instrucción de la 5ª Nominación junto con la colaboración del personal de la Sección Homicidios y agentes de la comisaría 15ª, con jurisdicción en la zona.
El nombre de Domingo Selerpe estuvo en boca de los habitantes de Tablada desde hace una década, siempre señalado a la hora de hablar de quien comercializaba drogas en la zona, aunque no se le conocen antecedentes por infracción a la ley de estupefacientes.
También estuvo mencionado como el antagonista de Torombolo Pérez, fallecido hace ya dos años víctima de una grave enfermedad que “evolucionó mal y le provocó la muerte” en el Hospital Provincial. Entre ambos habían sembrado el terror en Tablada, producto de innumerables incidentes. En una de esas disputas, Torombolo recibió un escopetazo en una pierna, herida que lo obligó a usar muletas hasta el día de su muerte. Si bien Mingo nunca fue preso por vender drogas, en octubre de 2008 fue puesto tras las rejas por resistencia a la autoridad, luego de negarse a ser identificado por policías que lo seguían tras montar una discreta vigilancia en inmediaciones de la casa donde se estaba quedando.
Anteayer fue asesinado Lisandro Cuenca, de 17 años, quien era buscado desde hacía 20 días tras haberse fugado del Irar, donde fue trasladado tras balear en la cabeza a la sobrina de Domingo Selerpe. Cuenca recibió tres disparos en Ayacucho y pasaje Villar y, gravemente herido, fue llevado en auto hasta el hospital Provincial, donde murió. “Por el momento ambos hechos no están relacionados, pero no podemos descartar nada”, sostuvo un pesquisa.