La mitad de los complejos portuarios agroindustriales del río Paraná fue sancionada por irregularidades en las condiciones de seguridad y salud laboral. El dato surge de un operativo a cargo del Ministerio de Trabajo provincial que derivó en suspensiones en seis de los 13 complejos que se extienden desde Timbúes hasta Arroyo Seco y en 12 de las 25 empresas contratistas que trabajan dentro de ellos. Las compañías fueron evaluadas entre febrero y mayo de este año en base a los accidentes registrados, entre otros factores. Después de las sanciones correspondientes, las suspensiones fueron levantadas. El foco estuvo puesto en las firmas en las que las grandes cerealeras tercerizan los trabajos temporales y de mantenimiento y que son el blanco de mano de obra barata y joven. En diciembre y en febrero dos operarios murieron y un tercero en agosto.
El operativo, comandado por el ministro de Trabajo, Julio Genesini, se hizo en los 13 complejos portuarios agroindustriales ubicados sobre el río Paraná, desde Timbúes hasta Arroyo Seco, y en 25 empresas contratistas que funcionan dentro de los mismos. Las compañías fueron evaluadas entre febrero y mayo en base al volumen, la complejidad de las operaciones y los accidentes registrados.
En esta zona se procesa y se exporta el 80 por ciento de la producción nacional de granos. En términos económicos, representa el 35 por ciento de todas las exportaciones del país. Los complejos emplean a más de cuatro mil trabajadores en forma directa, y contratan empresas que brindan servicios o realizan obras. Las 25 firmas contratistas dan trabajo a 151 operarios.
En total, se concretaron 18 suspensiones por irregularidades en las condiciones de seguridad y salud laboral como faltantes de protección, instalaciones deficientes y elementos en mal estado. También relevaron permisos de trabajo deficientes, falta de capacitación sobre los procedimientos establecidos y falta de control de cumplimiento en el campo. Las suspensiones fueron hechas en seis de los 13 complejos y en 12 de las 25 empresas contratistas. Todas fueron levantadas después de las sanciones correspondientes.
Prevención
Las inspecciones en empresas cerealeras evalúan los métodos usados para hacer trabajos de mantenimiento, construcción, montaje y su aplicación en campo.
Buscan prevenir accidentes, identificar deficiencias de los permisos de trabajo y desvíos de los estándares establecidos, así como sugerir acciones para mejorar procedimientos y su implementación efectiva. Es un sector complejo por la cantidad de accidente detectados.
Cuatro fatales siniestros laborales en empresas del rubro
No es la primera vez que la planta del emporio chino Cofco, del cordón industrial, es noticia por las llamas. Hechos similares a los de este miércoles, aunque sin víctimas fatales, ocurrieron el 31 de julio en un toaster y el 4 de septiembre en la zona de camiones. Pero la explosión de ayer que se cobró la vida de Domingo Ramón Giménez, de 61 años, y dejó a otros 20 trabajadores heridos –nueve de ellos de gravedad–, fue una negligencia de magnitud que se suma a la lista de tres operarios más, fallecidos en la actividad cerealera en el último año.
Giménez no es la primera víctima en la firma Cofco. Gustavo López, un joven de 19 años, murió aplastado por un alud de soja mientras limpiaba una celda de acopio en la misma empresa agroexportadora china Cofco, pero en Timbúes, a mediados de diciembre del año pasado. En el accidente otros dos trabajadores de 35 y 21 años se salvaron, aunque sufrieron politraumatismos.
El 6 de febrero de este año Lucas Coronel, de 21 años, falleció en un sanatorio de Rosario después de días de agonía por un accidente laboral. Días antes, el joven trabajador limpiaba el sector de manipuleo y secado de la cerealera Louis Dreyfus de General Lagos, cuando cayó desde cuatro metros de altura. Era empleado de la empresa contratista Cooperativa Manos a la Obra Limitada que realizaba tareas de limpieza en esa planta.
En agosto de este año, cinco obreros se vieron involucrados en la fatal caída de una viga desde 30 metros de altura en la cerealera Renova, de Timbúes. Se trata de mano de obra joven, desocupada y tercerizada por empresas constructoras para trabajos eventuales en los complejos portuarios agroindustriales del río Paraná. Los cinco habían entrado a la planta un mes antes. Tenían sus cascos y arneses puestos cuando la viga de cemento se desplomó. Brian Matías Miguel Montero, de 27 años, murió aplastado. Los otros cuatro quedaron internados en Rosario y Baigorria.
Los trabajadores accidentados fueron contratados por la empresa Coma SA para un trabajo de ampliación de la planta Renova, ubicada en el complejo agroindustrial de Timbúes. El arranque de obras fue celebrado por el presidente Mauricio Macri durante la visita que hizo a la planta en marzo pasado.