Die Vier Himmelsrichtungen, obra del dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig, que podría traducirse como Las cuatro direcciones o Los cuatro puntos cardinales, regresa este jueves a la cartelera local luego de algún tiempo, nuevamente en versión del grupo Enjambre P que dirige Felipe Haidar, quien sostiene: “Es una obra que, a mi entender, podría ser narrativa, poesía o cine, pero a la vez es puro teatro”.
La puesta, que se presentará todos los jueves a partir de las 22 en la sala La Manzana (San Juan 1950), cuenta con las actuaciones del propio Haidar, a quien acompañan Dana Maiorano y Emiliano Dasso, con asistencia de dirección de Sol Pierobón y Celeste Bardach, y música en vivo de Simonel Piancatelli e Irene Moreno.
“Parece complejo pero la trama es sencilla”, dice Haidar, que completa: “Es una especie de drama en el que el hombre sin rostro, la mujer de muchos rizos y el hombre con dos lenguas se encuentran en un bar al costado de la ruta. Cada uno de ellos es una parte del otro y es el azar quien los cruza, pero hay una especie de efecto mariposa entre ellos que hace que cada acción que uno realice repercuta directamente en el otro. Hay desamores, desencuentros, encuentros y casualidades que llevan a los personajes a forjar su destino más cruel”.
“Es un espectáculo muy interesante por su manera de narrar. Las escenas se repiten, por momentos para poder terminar de contar la historia; sucede que si no se muestra cómo es que cada uno y por qué termina donde termina, la obra no tendría sentido”, agregó el actor y director, quien completó: “Hay dos conceptos estéticos que atraviesan toda nuestra versión, que son el rock y el circo. Y, por otro lado, en la obra original los personajes son cuatro; en realidad hacen referencia a lo que se trasluce del título: «Los cuatro puntos cardinales» o «Las cuatro estaciones del viento», pero en nuestra versión son sólo tres: El Hombre del Sur, El Hombre del Norte y La Mujer del Oeste”.
“Por momentos –continuó el director–, uno puede pensar que son personajes del circo, que están en un circo o que vienen de él, pero a medida que la obra avanza se entiende que en realidad son tres personajes marginados, que parecen venir más del rock que del circo”.