David Trezeguet recordará el 1º de noviembre como una fecha especial. Con sus dos goles con la casaca rojinegra el atacante cumplió con un objetivo que se propuso al arribar al Parque: llegar a los 300 goles.
Para algunos estadistas faltaba un solo tanto para llegar a la meta, otros dos. Para evitar problemas el franco-argentino anotó por duplicado y despejó cualquier duda.
“Llegué a algo muy importante en mi carrera. De a poco todo finaliza, una carrera importante y larga. Llegué a los 300 goles a nivel profesional, que no es poco, y la verdad es que estoy muy feliz. Es una lástima que no se haya dado la victoria”, comentó el atacante tras ser la figura en el empate 2-2 ante Colón.
Trezeguet celebró la doble conquista, pero se lamentó por los puntos perdidos, aunque comentó que el equipo está firme en el objetivo de conseguir el bicampeonato. “Lo importante es que el grupo está presente y tiene muchas ganas. Sabemos que es un campeonato muy difícil para todos y seguimos imponiendo nuestro juego. Los nuevos, cada vez que tenemos la posibilidad, tratamos de aportar algo positivo”, expresó el ex Juventus.
Desde hace varias semanas la polémica en el Mundo Newell’s pasa por la decisión de Alfredo Berti de incluir a Fabián Muñoz como centrodelantero, sin que sea su puesto natural, y dejar a Trezeguet en el banco, a pesar de su trayectoria y sobrada categoría.
El ex River evitó polemizar sobre el tema y aseguró que lo único que pretende es cumplir cuando le toca estar. “Trato de aportar lo mío. El entrenador fue muy claro conmigo y piensa que en este momento hay otros compañeros en mejor forma. Lo importante para mí es aportar desde afuera cuando me toca, y estoy muy contento. El entrenador decide y para mí es importante seguir sumando con el equipo”, señaló el artillero leproso.
Cuando llegó al Parque David Trezeguet confesó que se había impuesto dos metas: llegar a los 300 goles y jugar por primera vez en su carrera la Libertadores. El primer objetivo ya está cumplido, y el otro gusto comenzará a dárselo a partir de febrero del próximo año, cuando la Lepra dispute la Copa. Y de yapa, a lo mejor festeja un título.