El popular actor español José Sacristán presentará desde el próximo lunes en el porteño bar-teatro La Trastienda el recital Caminando con Antonio Machado, que opera como un tributo al poeta al que definió como “parte de una generación de personas que fueron ejemplares en su comportamiento como referentes morales”.
“Toda aquella generación, la del 98 del siglo XIX, nos ha dejado una obra literaria, poética y filosófica”, ponderó Sacristán acerca de Machado (1875-1939), que motiva este espectáculo que ofrecerá en Balcarce 460 y que se subtitula “De Los días azules a El sol de la infancia”, con el que visitará Rosario el 1º de julio para presentarse en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y Ricardone).
El protagonista de Asignatura pendiente y Solos en la madrugada estará acompañado por el pianista y compositor Facundo Ramírez, que alternará piezas de Isaac Albéniz, Claude Debussy, Heitor Villa-Lobos, Johannes Brahms, Robert Schumann, Franz Liszt, Frederic Chopin, Wolfgang Amadeus Mozart y Federico Mompou.
“Vengo con la maleta llena de diplomas, medallas, regalos; me han nombrado huésped de honor, hijo dilecto, es muy emocionante y muy de agradecer”, dijo a la agencia de noticias Télam el actor, que estuvo en La Quiaca, Tucumán, Rosario y Córdoba filmando El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo, producida por España, Argentina, Francia y Uruguay.
Sacristán se mostró sorprendido por los paisajes: “Son acojonantes en el sentido literal de la palabra; esos montes de colores y esos desiertos y vegetaciones, y luego unas gentes cuyo parecido con el ciudadano medio de Buenos Aires es pura coincidencia…”.
Respecto de su recital sobre Antonio Machado, con el que regresa a las tablas argentinas después de tres años, el actor contó que la idea surgió de un viejo acuerdo con una productora con la que hizo en España una sinfonía del joven compositor David del Puerto para la Semana Musical de Soria, El paso de Machado por Soria, para mezzosoprano y voz.
“A mí se me ocurrió, para que no fuera sólo un recital, crear una especie de dramaturgia, un hilván argumental a partir de un papel que encontró su hermano José al día siguiente de la muerte de Don Antonio en Collioure, que decía «estos días azules y este sol de la infancia»”, apuntó.
El actor dijo haberse tomado “la libertad de pensar que ése era el deseo de volver a Sevilla” y, a través de los poemas, representar el espíritu del poeta acompañado por el pianista Facundo Ramírez, “un hombre de teatro que tiene una sensibilidad especial”.
Por eso, en el escenario irá “de Coullioure a Sevilla a través de sus poemas más íntimos, sociales, descriptivos, los más musicales; Don Antonio es un poeta de cabecera para mí y cuando voy a Soria entro al instituto donde daba sus clases y donde están sus objetos, y es como si me encontrara con él”.
Sacristán subrayó la labor de Joan Manuel Serrat, que en los 60 musicalizó los poemas del sevillano, “aunque yo he tratado de evitar los poemas que tomó Joan Manuel, porque letra y música ya son parte de una misma cosa”, expresó.
“Y además de ser un trabajo bellísimo lo que más hizo fue que popularizó esa obra y también la de Miguel Hernández –agregó–; en España hubo y hay poetas impresionantes, y aún siguen, como los cantaores flamencos, no se agota la veta.”
Sacristán apuntó que; además de los elencos argentinos que han sido copados por el flamenco, “en Japón ni te digo, son unos locos del flamenco; tocan la guitarra y bailan como los mejores, aunque cuando cantan no es lo mismo”.
Sobre su paso del teatro de prosa a la poesía, dijo tener la experiencia “de haber actuado con las Sinfónicas Nacionales de Tenerife, Las Palmas, Oviedo, Córdoba, un Iván el Terrible, con música de (Dmitri) Shostakovich y poemas de (Evgueni) Evtuchenko, y he cantado zarzuela”.
“Tengo cierta familiaridad con la coordinación entre la poesía y la música y, por lo demás, Machado es para un actor uno de los poetas más emocionantes y cercanos de interpretar, que no de declamar; hay una proximidad con el personaje que va variando según describe Castilla, o la muerte de su esposa Leonor, o cuando habla de la guerra”, desmenuzó.
El actor añadió que es la mirada de un hombre con el cual se siente muy identificado: “Y resulta un vehículo relativamente fácil; perdón por la soberbia de trasladar al teatro y de interpretar, aunque en este caso es una lectura dramatizada”.
Acerca de la situación política de España, Sacristán, quien se define como “hombre de izquierdas”, se mostró temeroso de un triunfo electoral del Partido Popular, ya que es muy difícil, dijo, “que la energía desplegada por los indignados pueda encarrilarse en un movimiento político; todo está bastante lejos de dar una respuesta a partir de estas indignaciones”.
“Si la indignación se queda sólo en eso, no vamos a ningún lado, aunque parece ser que hay alguna estructura, asambleas; pero el que se vayan todos no sirve para nada, porque los que están en el poder no llegaron del espacio, fueron elegidos; lo político está allí, lo que hay que hacer es cambiarlo”, sentenció.