Una jubilada y su hija fueron víctimas de un robo cuando, cerca de la medianoche de anteayer, llegaron a su vivienda ubicada en la zona oeste. Las mujeres descendieron del auto de la más joven y observaron a tres desconocidos en las inmediaciones, por lo que decidieron ingresar a la casa rápidamente. La hija de Mery, como se conoce a la anciana en el barrio, esperó unos momentos para salir. Pero cuando abrió la puerta fue sorprendida por el trío, que la amenazó con un arma y la obligó a ingresar en la vivienda. Una vez en el interior, los ladrones se apropiaron de los ahorros de la dueña de casa, teléfonos celulares y las llaves del automóvil. Luego las encerraron en la propiedad y huyeron en el vehículo de la menor de las víctimas.
Fuentes policiales indicaron que anteayer, Manuela F., de 71 años, conocida como Mery, fue a visitar a su hija de 43 y cerca de las 23.30 decidió regresar a su domicilio ubicado en Cochabamba al 3700. La jubilada llegó acompañada de su hija en un automóvil Fiat Palio color rojo y cuando ambas descendieron del rodado observaron a dos hombres y una mujer en las cercanías de la casa por lo que decidieron ingresar rápidamente a la vivienda.
Una vecina del lugar contó a El Ciudadano que los intrusos intentaron abrir la puerta de su propiedad ubicada a pocos metros de la casa de Mery, pero no pudieron, dejando entrever que el atraco fue al voleo.
Poco después escuchó algunos gritos; pensó que provenían de la calle, pero se equivocó. “Eran los gritos de mi vecina; la hija de Mery había esperado para salir y pensó que los ladrones ya se habían ido, pero cuando abrió se encontró con uno de cada lado de la puerta”, refirió.
“Ellos (por los asaltantes) querían seguir el recorrido, le robaron el auto y querían llevar a la hija de Mery cajero por cajero o a su casa, también le preguntaron cómo subir a la casa de arriba, todo fue muy rápido, las amenazaban todo el tiempo con un arma”, refirió una vecina.
La mujer, que pidió mantener su nombre en reserva, agregó: “Cuando logramos comunicarnos con Mery por los patios llamamos enseguida a la Policía y no tardó ni cinco minutos pero ya se habían ido. En el barrio todo el tiempo hay robos; el año pasado fue una seguidilla, uno tras otro, no sabíamos que hacer; después paró un poco y ahora parece que empezaron otra vez”, refirió.
Voceros policiales indicaron que las mujeres fueron amedrentadas con lo que pareció un arma de fuego, con la cual la menor de las víctimas fue obligada a ingresar en la casa junto con su madre. Las dos mujeres aclararon que no fueron maltratadas por el trío y que los intrusos se alzaron con el dinero que había en la casa (entre 7 y 10 mil pesos), teléfonos celulares y el Fiat Palio rojo de la hija de la jubilada que había quedado estacionado en la puerta.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno junto a personal de la comisaría 13ª, con jurisdicción en la zona y la Agrupación Unidades Especiales.
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