Hoy a las 12.30 en los Tribunales provinciales de Balcarce y Pellegrini tendrá lugar la lectura de la sentencia a los acusados de perpetrar el triple crimen de Villa Moreno. El juicio oral y público, que cuenta con cuatro imputados, comenzó el 12 de noviembre pasado y contó con un desfile de siete decenas de testigos, así como instancias probatorias como escuchas telefónicas. El pasado lunes cerró la etapa de alegatos por parte de la defensa, que pidió la nulidad de gran parte de las pruebas, mientras que el viernes pasado la Fiscalía solicitó penas de hasta 30 años, mientras que las querellas pidieron 35 años para los cuatro.
Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patóm” Rodríguez fueron asesinados a balazos en la madrugada del 1º de enero 2012 en una canchita de fútbol ubicada en Dorrego y Presidente Quintana, en Villa Moreno. Esa noche, cinco hombres a bordo de una Renault Kangoo blanca llegaron al lugar y dispararon contra los jóvenes para vengar un ataque a tiros ocurrido horas antes contra Maximiliano «Quemadito» Rodríguez. Según la teoría de la Fiscalía, los agresores buscaban a Ezequiel Villalba (presunto autor de ese ataque) pero terminaron acribillando a Jere, Mono y Patón por equivocación, confundiéndolos con soldaditos del joven de Villa Moreno.
Los jóvenes eran militantes del Movimiento 26 de Junio, agrupación política que, desde esa fecha, se puso la causa al hombro e impulsó la investigación y el reclamo incansable de justicia, logrando desestimar la hipótesis de ajuste de cuentas planteada por diferentes autoridades cuando ocurrió el múltiple homicidio.
A casi tres años de los hechos, el juicio, a cargo de los magistrados Gustavo Salvador, José Luis Mascali e Ismael Manfrín, llevó al banquillo de los acusados a cuatro hombres: Sergio “Quemado” Rodríguez –padre de Maximiliano–, Daniel “Teletubi” Delgado y Brian “Pescadito” Sprío, como coautores de tres homicidios agravados por uso de armas y por la participación de un menor; y Mauricio “Maurico” Palavecino, con los mismos cargos pero en calidad de partícipe necesario por ser el chofer del grupo. El Quemado está imputado como autor intelectual y ejecutor de los disparos. Su hijo, el Quemadito, fue asesinado meses después de un tiro en la nuca en Corrientes y Pellegrini, en febrero de 2013. A principios de agosto pasado un quinto imputado, Brian “Damiancito” Romero, acordó en un juicio abreviado una pena de 8 años de prisión por su participación secundaria en el hecho.
El caso destapó una serie de irregularidades policiales, con tres policías procesados por encubrimiento agravado e incumplimiento de deberes –en un expediente separado–, y sobre todo visibilizó la estructura del narcotráfico local, poco conocida hasta el momento.
La carpa del aguante
El 11 de noviembre, luego de una marcha de antorchas que partió de la canchita de Villa Moreno, los allegados a las víctimas junto con los militantes de Movimiento 26 de Junio montaron un acampe en la puerta de los Tribunales provinciales para hacer un seguimiento del juicio y “el aguante” en la espera de justicia para Jere, Mono y Patóm. Desde esa fecha y las 24 horas, cada día, las dos carpas fueron escenario de charlas y festivales, así como un espacio de contención para testigos, familiares y amigos y de información para quien pasara por allí.
