Mientras los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez ingresaron ayer en su décimo día de fuga, las autoridades continúan la búsqueda y en el marco de la investigación quedaron en libertad el ex líder de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) Marcelo Mallo, su hija y su yerno, detenidos por tenencia ilegal de armas.
De esta forma, el único preso por la fuga es el amigo de Víctor Schillaci, Marcelo “el Faraón” Melnyk, acusado de facilitarle dinero y armas a los prófugos, quienes habrían estado en su casa de Quilmes tras escaparse del penal de General Alvear.
El gobierno nacional volvió a evitar hablar de plazos en la búsqueda y resaltó que Martín y Christian Lanatta y Schillaci son “delincuentes muy peligrosos”, que están siendo rastreados en medio de la “complicidad” de sectores de la policía bonaerense y “de un cierto sistema político que lo encubre”.
El juez de Garantías Nº2 de La Plata, César Melazo, determinó ayer la liberación de Mallo, de su hija Brenda y de su yerno, quienes habían sido detenidos el pasado domingo luego de allanamientos en sus domicilios, donde se encontraron armas.
El magistrado tomó la decisión luego de que Mallo declarara este lunes y negara cualquier vínculo con los tres fugados, además de que se lograra identificar a los dueños de las armas que tenía en su poder.
Al ser liberado, el ex dirigente de Hinchadas Unidas aseguró que fue arrestado por haber acompañado una causa “nacional y popular”, ya que en los últimos años doce militó por el Frente para la Victoria.
“Yo trabajo para la gente. No soy funcionario de nadie”, señaló Mallo a la prensa, al ser consultado sobre si tenía relación con el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
El fiscal descentralizado de Brandsen, Mariano Sibuet, había pedido su detención por el delito de “tenencia ilegal de armas de guerra”, en relación a la causa que se sigue por el tiroteo de los prófugos a dos efectivos de la policía bonaerense en la localidad de Ranchos, no por la fuga en sí.
Con “El Faraón” como único detenido y sin nuevas pistas sobre el paradero de los prófugos, el gobierno continúa la búsqueda y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich afirmó: “Estamos frente a delincuentes muy peligrosos y estamos frente a una situación en la que trabajamos día a día, en ciertos lugares hay involucramiento entre delito y sectores de fuerza de seguridad, además de un cierto sistema político que lo encubre”.
“Lo vamos a desarmar con paciencia. Creemos que estos tres delincuentes son una muestra más de un sistema que hay que cambiar. Necesitamos fuerzas de seguridad que estén del lado de la gente, la mayoría lo está. Necesitamos una política que no utilice elementos marginales y delictuales para las acciones”, subrayó la funcionaria en conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Ayer, por otra parte, la policía bonaerense encontró una camioneta Renault Kangoo calcinada en Florencio Varela, que en un primer momento se especuló con que podría ser la utilizada por los condenados para huir, aunque luego se descartó. El vehículo fue hallado en los primeros minutos de ayer por un vecino al costado de la ruta 53 que, al ver las llamas, alertó al 911.
Sin embargo, fuentes policiales descartaron que se tratara de un vehículo utilizado por los fugados: las pericias realizadas determinaron que la Kangoo hallada en la banquina tenía otra chapa patente y era de color rojo, mientras que la de la ex suegra de Lanatta era gris oscura.
La mujer había denunciado que el 31 de diciembre su ex yerno se había presentado armado en su casa del partido de Berazategui en compañía de su hermano y de Víctor Schilacci, y que le había robado dinero y su camioneta.
Refuerzan vigilancia
Mario Segovia, más conocido como el Rey de la Efedrina por traficar grandes cantidades de ese precursor químico de drogas de diseño, pidió a la Justicia autorización para salir del penal de Ezeiza donde está detenido para atenderse en un hospital.
El reclamo hecho por Segovia generó preocupación en las autoridades y se reforzó la vigilancia en el pabellón donde está detenido, así como el monitoreo por parte de cámaras de seguridad.
Segovia, quien está detenido por el tráfico de efedrina, pidió por medio de su defensa a la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, autorización para salir del penal de Ezeiza y atenderse por un problema de salud en un hospital público de la zona.
Junto a Segovia y también ante la jueza federal Arroyo Salgado, el mexicano César Cornejo Miranda también pidió autorización para ser atendido en un hospital.
Cornejo Miranda está detenido por ser considerado el encargado de haber camuflado cocaína líquida en transformadores eléctricos que llegaron a México enviados desde la Argentina y fueron detectados.
De todos modos, tras la fuga de Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci del penal de General Alvear, las alertas se dispararon ante el planteo que ahora hace Segovia.
Ante el pedido de autorización, el director del Servicio Penitenciario Federal, Emiliano Blanco, se comunicó con Juan Mahiques, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial del Ministerio de Justicia, y se decidió reforzar la vigilancia y el monitoreo ante el temor de nuevas fugas de presos.
Rechazan prisión domiciliaria al único que permanece preso por el Triple Crimen
La Cámara en lo Penal de Mercedes rechazó el pedido de prisión domiciliaria presentado por Marcelo Schillaci, el único que permanece detenido por el Triple Crimen de General Rodríguez.
La defensa de Marcelo Schillaci reclamó la morigeración de la pena de prisión que cumple en la Unidad Nº 1 de la localidad bonaerense de Olmos, ante la ineficacia que tendría en el penal para ser atendido por sus graves problemas de salud.
Marcelo Schillaci padece hepatitis C, un cuadro de várices esofágicas grado II, cirrosis hepática, hipertensión portal y esplenomegalia, y según su abogado Javier Raidan no cuenta con los “recursos apropiados” para ser atendido en el penal.
En octubre pasado ya había rechazado el pedido de prisión domiciliaria el Tribunal de Mercedes Nº 20, que lo condenó a él y su hermano Víctor Schillacci, así como a Martín y Cristian Lanatta a la pena de prisión perpetua por el asesinato en agosto de 2008 de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos aparecieron en un descampado de General Rodríguez.
Ahora, con fecha del 30 de diciembre pasado, cuando ya se había producido la fuga de los Lanatta y Víctor Schillaci, la sala III de Mercedes rechazó el pedido presentado por el cuarto de los condenados.
Los jueces Luis Alejandro Gil Juliani y Juan Antonio Minetto consideraron que Schillaci “en el lugar de detención cuenta con guardia médica permanente y ambulancia a disposición las 24 horas”.
“Recibe el tratamiento adecuado a la patología que presenta, habiéndose gestionado con la premura que el caso demanda los turnos y los paliativos indicados, disponiéndose, cuando fue necesario, su internación extramuros y surgiendo de los distintos informes médicos que el paciente presenta buena atención clínica”, resaltó la Cámara en la resolución a la que accedió NA.
Además, de la opinión que dieron los especialistas médicos tuvieron en cuenta que Marcelo Schillacci en la actualidad no tiene “signos de sangrado agudo” y que al ser examinado se lo vio “lúcido, ubicado en tiempo y espacio”.