En medio de la crisis económica generada por el gobierno de Javier Milei, se conoció el cierre de una histórica fábrica que funcionaba hace más de 60 años y decenas de familias quedaron sin su fuente de ingreso.
Cómo si fuera poco, la comunicación sobre el quiebre de la empresa con su consecuente perdida de empleo, fue notificada a los trabajadores a través de un audio de WhatsApp.
Se trata de la fábrica de copetín Gonzalo, una de las empresas más reconocidas de Mendoza, en la que trabajaban 27 empleados, la mayoría con más de 20 años de antigüedad. La comunicación sobre la quiebra del lugar llegó a los trabajadores y trabajadoras a través de un audio de WhatsApp por parte del dueño de la empresa el último domingo.
«La mayoría somos gente con mucha antigüedad. Ayer al mediodía, algunos almorzando y otros preparando su almuerzo, 14.30 aproximadamente, nos envían un audio del socio de la empresa, el dueño José Antonio García Requeno, a todo el personal, mediante el cual nos informaba que la empresa se presentaba en convocatoria, en quiebra», relataron sus empleados al portal MDZ.
La historia de copetín Gonzalo comenzó en 1952, cuando Gonzalo García llegó desde España. Su especialidad era la fabricación de papas fritas tipo snack.
Los trabajadores enojados con el dueño por el cierre de la fábrica
Los trabajadores de la histórica empresa que presentó la quiebra, detallaron que hace algunos meses comenzó el «vaciamiento» de la planta y los empleados sabían que la situación era crítica ya que había menos producción, falta de materia prima, deudas con proveedores y pagos de salarios en cuotas.
También sostuvieron que el dueño les dijo que iban a «alquilar» el depósito de la fábrica y puso a los trabajadores a desocuparlo y el día anterior a comunicar el cierre se despidió cómo si fuera un día más. En esa línea, remarcaron que a algunos repartidores que tenían vehículos a su cargo se los retiraron un día anterior, sumando un motivo más para pensar que el cierre ya estaba planificado pese a no comunicar nada al respecto previamente.
Además, aún tienen la incertidumbre de saber que pasará con el sueldo de noviembre, ya que trabajaron hasta el último día hábil pero no tuvieron ninguna señal del duelo al respecto.
De los 27 empleados, 15 se dedicaban a la producción y mantenimiento, cinco hacían el reparto, tres se ocupaban de tareas administrativas y la atención al público, más otros dos que trabajan en Neuquén haciendo toda la distribución del Sur y otro en Tunuyán encargado del reparto en la zona del Valle de Uco.