La farmacéutica Pfizer recortó a la mitad en número de dosis de su vacuna contra la covid-19 que esperaba fabricar y distribuir en lo que queda del año debido a problemas con la puesta a punto de la cadena de suministros de alta tecnología, informó este viernes la compañía de capitales estadounidenses que fue la primera en solicitar una autorización extraordinaria para comercializar el medicamento antes de concluir todos los ensayos de efectividad.
Pfizer había prometido distribuir 100 millones de su vacuna contra el covid-19, que ya autorizó el Reino Unido y se espera que lo propio haga Estados Unidos y la Unión Europea en los próximos días. Serán, corrigió este viernes, 50 millones hasta fin de año. Igual, la farmacéutica mantiene sus proyecciones de producir más de 1.000 millones de dosis durante 2021, cuando comenzará la verdadera campaña global de inmunización contra el virus sars-cov-2.
«Vamos tarde. Algunos de los primeros lotes de las materias primas no cumplieron con los estándares. Lo hemos solucionado, pero nos hemos quedado sin tiempo para alcanzar las proyecciones», reconoció un responsable de Pfizer al diario The Wall Street Journal.
La vacuna depende de materias primas que provienen de Estados Unidos y Europa, y alcanzar la escala necesaria para producir en masa los viales comenzó a complicarse en noviembre.
Las vacunas requieren un abanico de insumos de alta tecnología, como agentes antivirales, antisépticos, agua estéril o fragmentos de ARNm (ácido ribonucleico, mensajero molecular que lleva las instrucciones genéticas a las células del cuerpo) del sars-cov-2.
Pfizer y su socio con sede en Alemania BioNTech obtienen sus materias primas de proveedores en Estados Unidos y Europa. Aumentar la producción de estos componentes resultó un desafío el mes pasado, ya que la empresa esperaba los resultados de sus ensayos, que resultaron ser 95% efectivos y bien tolerados en pruebas a 44.000 personas. La farmacéutica no especificó dónde surgieron los déficits de ingredientes a medida que aumentaba la producción.
Pese al revés en la cadena de insumos, la empresa sigue con la puesta en marcha de lo que calificó como su mayor campaña de vacunación a través de dos centros de distribución y montaje final en Kalamazoo, Michigan, y Puurs, Bélgica, que se encargarán del suministro europeo.
El Reino Unido había otorgado este miércoles la autorización de uso de emergencia para la vacuna de Pfizer, convirtiéndose en el primer país occidental en comenzar a administrar dosis. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos podría dar su autorización a finales de este mes, para comenzar las inoculaciones antes de fin de año. Lo mismo hace con la vacuna desarrollada por Moderna, con sede en Cambridge, Massachusetts, que podría comenzar a enviarse antes de Navidad.