La serie de antología criminal True Detective llegó en 2014 con una aclamada y multipremiada primera entrega que no logró repetir ese éxito en años posteriores, por lo que busca cambiar su racha con el estreno de su cuarta temporada, que llegó a HBO y HBO Max con las actuaciones protagónicas de Jodie Foster y Kali Reis en un escenario oscuro, gélido y que da espacio a lo sobrenatural.
Subtitulada “Tierra nocturna”, esta tanda de seis episodios -que pueden verse de manera semanal- ya no cuentan con Nic Pizzolatto, el creador de la tira, como “showrunner” o máximo responsable creativo. Ahora, desde el rol de productor ejecutivo, le cedió sus atributos a la realizadora mexicana Issa López como encargada de traer frescura a una propuesta que, de todos modos, repite sus elementos distintivos: una dupla de detectives de personalidades disímiles, pasados no resueltos y un caso impactante que despierta todos sus demonios internos.
Ambientada en la localidad ficticia de Ennis, al norte de Alaska -aunque se filmó en Islandia-, la nueva temporada inicia durante el último atardecer antes del comienzo de la noche polar que deja en penumbras durante días y días a la región, cuando un grupo de ocho científicos de la hermética Estación de Investigación del Ártico Tsalal desaparecen de la base sin dejar rastro.
En lo que es su primer papel principal en una producción de formato televisivo, la doble ganadora del Oscar Jodie Foster encarna a Liz Danvers, la jefa de la Policía local que tiene en sus manos el caso junto a los únicos otros dos agentes del equipo, el desagradable Hank Prior (John Hawkes), cuya prioridad es recibir a su novia por encargo desde Europa, y su hijo, Peter (Finn Bennett).
Pero lo que parecía ser un hecho aislado y simple de aclarar termina vinculándose con otros cabos sueltos que le dan al misterio de los investigadores desaparecidos un tono mucho más escalofriante, y que atraen a Evangeline Navarro (Reis), una exintegrante de la fuerza que, a pesar del paso del tiempo, sigue obsesionada con el homicidio no resuelto de una partera de origen indígena, Annie Kowtok (Nivi Pedersen).
Y si bien ambas comparten ese episodio del pasado, el presente las encuentra distanciadas e incluso como enemigas. No es hasta que la mal llevada y reacia jefa acepta que hay sospechosas coincidencias entre ambos casos que, a regañadientes, le da el visto bueno a Navarro para sumarse a una pesquisa que las obligará a enfrentarse con sus traumas, rencores y decisiones.
En ese sentido, además de retocar la fórmula que True Detective había implementado hasta ahora con sus dúos de policías varones -con Rachel McAdams como la única excepción en la segunda temporada-, “Tierra nocturna” adopta otro giro al darle un rol fundamental a lo mítico y a lo paranormal en el devenir de una historia en la que el entorno y la cultura local también forman parte del rompecabezas, con choques entre los nativos y las empresas mineras de la zona y sucesos del tipo “pueblo chico, infierno grande”.
Algún que otro impacto al borde del horror, voces enigmáticas y el roce con lo inexplicable son los elementos narrativos con los que la serie intentará “reiniciarse” de la mano de una Jodie Foster que, a 33 años de su inolvidable Clarice Starling en El silencio de los inocentes, se calza una vez más el traje de detective para liderar de forma unívoca este retorno de la antología a cinco años de su última entrega.
Fiona Shaw, Christopher Eccleston, Isabella Star LaBlanc, Anna Lambe, Aka Niviana, June Thiele, Diane Benson y Joel D. Montgrand completan el elenco de esta temporada, que cuenta con el cineasta Barry Jenkins y con los actores Matthew McConaughey y Woody Harrelson -los protagonistas de la primera entrega- como productores ejecutivos.