El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que no asistirá el próximo 20 a la ceremonia de investidura de su sucesor, Joe Biden, mientras un grupo de legisladores demócratas planean presentar este lunes un proyecto para iniciarle un juicio político al mandatario saliente tras el violento asalto al Congreso.
«A todos los que me han preguntado, no iré a la Inauguración el 20 de enero», indicó este viernes a través de la red social Twitter el republicano, que tras perder todas las batallas judiciales en su denuncia de «fraude» electoral, reconoció este jueves por primera vez su derrota.
Criticado por su rol en el inédito y violento asalto al Capitolio, y tras prometer una transición «ordenada», el mandatario saliente admitió por primera vez que no cumplirá un segundo mandato, aunque sin felicitar a Biden ni mencionar explícitamente el triunfo de su rival en las urnas.
La ausencia de Trump en la toma de posesión del demócrata lo convertirá en el primer presidente saliente en no pasarle el mando a su sucesor desde 1869.
El último mandatario que no asistió a la asunción de su sucesor fue Andrew Johnson, el primer jefe de Estado en ser enjuiciado por un impeachment del que fue absuelto por el Senado.
Los otros dos presidentes que se saltaron las inauguraciones de sus sucesores fueron John Adams en 1801 y John Quincy Adams en 1829.
El asalto reciente al Capitolio en Washington DC encendió luces de alarma respecto a la capacidad de las autoridades de garantizar la seguridad durante ese acto, que en esta ocasión tendrá un acceso restringido debido a la pandemia del coronavirus.
Los incidentes, protagonizados por seguidores de Trump y que dejaron cinco muertos, también reactivaron la idea de un juicio político para remover al mandatario a pocos días de tener que entregar el poder.
Al menos tres demócratas de la Cámara de Representantes planean presentar este lunes un proyecto de impeachment, lo que significa que el recinto podría votar sobre su destitución a mitad de la próxima semana.
De acuerdo a la cadena CNN, al menos 131 legisladores de la oposición respaldarían la iniciativa y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo este viernes que el Congreso tomará «medidas» si Trump no renuncia voluntariamente
«Si Pelosi impulsa el juicio político en los últimos días de la presidencia de Trump, hará más daño que bien. Espero que el presidente electo Biden vea el daño que se haría con tal acción», dijo por su parte el senador republicano Lindsey Graham.
«Cualquier intento de acusar al presidente Trump no solo sería infructuoso en el Senado, sino que sería un precedente peligroso para el futuro de la presidencia», agregó en una serie de tuits.
En sintonía, el jefe de la minoría republicana en la Cámara baja, Kevin McCarthy, afirmó que «someter a un proceso de destitución al presidente cuando restan solo 12 días para el fin de su mandato solo dividirá más al país».
Además del juicio político y la renuncia voluntaria de Trump, la otra opción para removerlo antes que termine su mandato es activar la enmienda constitucional 25, aunque el encargado de hacerlo es el vicepresidente Mike Pence que se opone a avanzar en este inédito camino.
Según el artículo cuatro de la enmienda, cuando el vicepresidente y una mayoría de los principales funcionarios del Poder Ejecutivo o de otro cuerpo como el Congreso transmiten al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes una declaración escrita que establece que el presidente no está en condiciones de ejercer sus poderes y ocupar su cargo, «el vicepresidente asumirá de inmediato los poderes y las obligaciones del cargo como presidente interino».
Mientras tanto, las banderas del Capitolio fueron izadas este viernes a media asta tras el deceso de un policía que elevó a cinco los muertos en el asalto de ese edificio por los partidarios de Trump.
El policía del Capitolio Brian Sicknick, de 42 años, fue golpeado en la cabeza con un extinguidor de fuego cuando enfrentaba a quienes irrumpieron en el edificio, ingresaron al recinto y a las oficinas de los legisladores.
Una veterana de la Fuerza Aérea y ferviente partidaria de Trump murió por disparos de un policía del Capitolio dentro del edificio y envuelta en una bandera del presidente.
Otros tres simpatizantes del mandatario saliente perecieron en zonas del Capitolio por «emergencias médicas»: dos hombres murieron por ataques cardíacos y una mujer por las lesiones que sufrió al ser arrollada por la multitud fuera del edificio.
La Justicia federal inculpó este viernes a 15 personas por la violencia en el Capitolio y arrestó a algunos de estos manifestantes, entre ellos al hombre que fue fotografiado en la oficina de Pelosi.