El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este domingo que el tiroteo que dejó ocho muertos y 21 heridos en Texas “no cambió nada” el debate acerca de la legislación sobre venta y tenencia de armas en el país.
“Seguimos con lo mismo, no cambió nada”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca, tras regresar de unos días de descanso en la residencia presidencial de Camp David.
“Mucha gente está hablando de ello y es una falta de respeto hacia lo que pasó ayer en Texas”, subrayó el mandatario, según la agencia de noticias Europa Press.
Este sábado, una persona -que terminó abatida- efectuó disparos desde un automóvil en las ciudades de Midland y Odessa, en Texas, y dejó siete muertos y 21 heridos, según los últimos reportes de las autoridades.
Trump dijo que viene analizando con legisladores una eventual reforma a las normas relativas a la tenencia de armas, incluida la posibilidad de endurecer la investigación de los antecedentes de quienes soliciten licencia.
“Estamos estudiando muchos aspectos, muchas propuestas distintas, ideas, conceptos; llevamos ya un tiempo”, explicó.
Agregó que “las comprobaciones de antecedentes, en gran medida, y tristemente, no habrían detenido ninguno de los incidentes de los últimos cuatro o cinco años” porque el de la violencia con armas de fuego “es un problema mental, un gran problema”.
De hecho, Trump sostuvo que el atacante del sábado en Midland y Odessa era “otra persona muy enferma”, y añadió que el incidente resultó “una situación muy, muy triste” que, de todos modos, “podría haber sido peor”.