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Tucumán: condenan a perpetua a dos policías por asesinar de un tiro en la nuca a un nene de 12 años

Los uniformados recibieron la máxima pena por el asesinato de Facundo Ferreira, al que persiguieron y le dispararon sin motivo cuando iba como acompañante en una moto conducida por otro adolescente en una avenida de la capital provincial, en marzo de 2018

Dos uniformados de la Policía de Tucumán fueron condenados este martes a prisión perpetua por matar de un disparo en la nuca a Facundo Ferreira, un nene de 12 años al que en marzo de 2018 perseguían por una avenida de la capital de esa provincia cuando circulaba como acompañante en una moto y con un amigo, informaron fuentes judiciales.

El fallo de la Sala I de la Cámara Penal Conclusional tucumana recayó sobre Nicolás Montes de Oca y Mauro Gabriel Díaz Cáceres, a quienes hallaron culpables del delito de «homicidio agravado por el ejercicio abusivo de la función de miembros de las fuerzas de seguridad» en perjuicio del niño.

Según informó la Suprema Corte de Justicia de Tucumán a través de su página web (www.justucuman.gov.ar), el tribunal estuvo integrado por las juezas Wendy Adela Kassar (Presidenta) y María Fernanda Bahler, y el magistrado Raúl Armando Cardozo.

«Asimismo, se dispuso la prisión preventiva sobre ambos condenados por el término de seis meses o hasta tanto quede firme la presente sentencia, lo que ocurra primero», señaló el informe judicial y agregó que los fundamentos de la sentencia se conocerán el 21 de octubre próximo a las 12.

En ese marco, la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación publicó en su cuenta de la red social Twitter que «reconoce el importante fallo de la Justicia tucumana, que decidió condenar a los policías que asesinaron a #FacundoFerreira, de 12 años».

La pena impuesta por el tribunal coincidió con lo que había solicitado la semana pasada en su alegato la fiscal Marta Jerez Rivadeneira y la de la querella como la querella, patrocinada por el abogado Carlos Garmendia.

Además, los magistrados hicieron lugar a la demanda civil en contra de los dos policías y el Estado provincial, de modo que las tres partes deberán indemnizar a la familia de la Facundo por un monto de 4.535.000 de pesos en concepto de “daños emergentes y moral”.

“Ese monto devengará intereses conforma a la tasa activa del Banco de la Nación de la República Argenta (BN) desde la fecha que quede firme la sentencia y hasta el efectivo pago”, estableció la sentencia. A la vez, se ordenó la inhibición de bienes de González Montes de Oca y Díaz Cáceres por la misma suma.

La fiscal pidió que ambos imputados sean trasladados a la cárcel inmediatamente después de dictada la sentencia. Es que Díaz Cáceres no solo llegó al debate oral en libertad, sino que ni siquiera fue separado de la fuerza y hasta que inició el juicio realizaba tareas administrativas en la Policía.

Por su parte, Montes de Oca está detenido, pero no por esta causa sino por el robo de una cartera cometido poco después del crimen de Facundo.

Mientras que las defensas de los policías alegaron que el caso debía tratarse como una «legítima defensa» y pidieron sus absoluciones.

El caso

A lo largo del debate pasaron alrededor de 100 testigos y se dio por probado que el 8 de marzo de 2018, a la 1.20, Díaz Cáceres y Montes de Oca iban a bordo de una moto de la División de Motorista del 911 cuando cruzaron la avenida Benjamín Araoz de la capital tucumana para perseguir a otra moto conducida por un adolescente de 14 años que llevaba como acompañante al nene.

«Facundo quería empezar la secundaria, jugar a la pelota y hacer feliz a su abuela. Los chicos se habían escapado para ver las carreras de motos que se corren cerca del Parque 9 de Julio. Una travesura que terminó con Facundo muerto por balas policiales. El nene le había pedido permiso a su abuela para salir a comprar un sandwich», describió el Cels en su página oficial.

En ese contexto y sin motivos, los policías comenzaron a disparar con postas de goma y con sus pistolas contra los menores y uno de los proyectiles impactó en la nuca de Facundo provocándole de la muerte e hirió al otro adolescente en una de sus piernas. De las pericias se conoció que los uniformados dispararon once balas de plomo.

La versión policial apuntó contra los chicos. Quisieron instalar que estaban armados y que los agentes se defendieron de una agresión sin saber que eran niños. Los efectivos fueron liberados el mismo día del crimen.

«Hubo una cacería en donde los policías vaciaron sus escopetas cargadas con postas de goma y comenzaron a gatillar sus pistolas reglamentarias. El plomo fatal que ingresó por la nuca de Facundo fue disparado por Díaz Cáceres a menos de un metro de distancia», sostuvo la fiscal Adriana Giannoni durante la investigación.

«Luego se supo que su impulso criminal estaba estimulado con cocaína», agregó la instructora judicial.

 

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