«El humor se lleva muy bien con las crisis», aseguró Tute. «Siempre es un mecanismo de defensa; una lupa y una espada. Sirve para preguntar, para contestar pero fundamentalmente para defendernos», agregó en una extensa charla con El Ciudadano quien se transformó en el último tiempo en uno de los humoristas gráficos más importantes del país, que actualmente presenta, en una faceta más de compositor, su nuevo proyecto titulado Canciones dibujadas, un material editado en vinilo y cuyos videos pueden verse a través de un3.tv, el canal de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
«El modelo político del gobierno actual es mezquino con el pueblo, con la gente, con los trabajadores. Es lo opuesto a lo que me gustaría que sucediera», dijo, a su tiempo, sobre el panorama político y social del país. Y sobre la lucha del Colectivo de Mujeres, al que ha demostrado explicito apoyo, aseguró: «Tengo la certeza de estar asistiendo a un gran cambio, a una revolución que es la revolución feminista. Entiendo que una vez terminada esta revolución vamos a vivir en un mundo más justo para todos».
Siempre artista
Antes de ser Tute, el pequeño Matute ya dibujaba. La herencia del gran Caloi, su padre, se notaba en los trazos del pequeño Juan Matías Loiseau desde sus primeros días. Ahora es dibujante, escritor, poeta y compositor. Pero a la hora de resumir su recorrido se define como “un hombre que se dedica a generar emociones en distintos soportes”, dijo. Y confesó: “Si no me considerara un artista me consideraría un inquieto que es más o menos lo mismo”.
En el camino
Los dibujos, el humor y la ironía de Tute ocupan las páginas del diario La Nación desde 1999. A la fecha editó más de once libros y creó personajes entrañables como Batu, conocido por todos. Pero no fue hasta hace diez años que empezó a despuntar un gusto por la música. Ya había escrito poemas así que cuando el cantante de tango Hernán Lucero le pidió que le pusiera letra a algunas músicas no dudó en aceptar el desafío. “Había tenido un paso por la poesía, pero nunca con música”, confesó quien tiene editados dos libros en verso, uno en 1999 y otro en 2000. “Hice el intento y me gustó”, dijo. Y entre risas reconoció que se puso un poco intenso: “Le pedí otra música, y otra, y así. Llegó un momento que era más alta mi demanda que la posibilidad de Hernán de generar melodías. Así que empecé a hacer mi propia música. Me empezaron a salir pedacitos de melodías, estribillos, las fui grabando y uniendo; armando canciones propias”, explicó.
Esas canciones que Tute compuso con Lucero se transformaron en un disco que se titula Tangos nuevos (2010). Son doce tangos con música del también cantor y letras del dibujante. “Las presentaciones tenían proyecciones de dibujos míos y él cantaba”, contó Tute sobre el antecesor de Canciones dibujadas, un proyecto colectivo que tiene sus canciones, las voces de grandes artistas como Charo Bogarin y Lisandro Aristimuño, entre muchos otros, y el trazo de varios colegas como el rosarino Esteban Tolj, Jorge González y Ed Carosia.
“Cada canción tiene un videoclip con animaciones, algunas hechas por mí y otras por otros dibujantes”, resumió. “Yo venía de hacer tangos e hicimos de todo”, dijo sobre la diversidad de estilos que reúne el disco. “Nos pusimos cancheros en esto de agrupar los géneros. El género que agrupa todos los temas es el de la canción”.
El pulso de las melodías
Para componer canciones, Tute empieza por la melodía. “Es la música la que me despierta la historia”, dijo. “Porque la música ya te está contando algo; tiene su alegría, su melancolía. Me da la pauta de que puede ser vehículo”, relató.
Vinilos en épocas de Spotify
Canciones dibujadas es, también, una serie de videos que pueden verse a través del canal de la un3.tv. Pero además el material se editó en formato vinilo: “Fue así para que fuera más grande, con una especie de cajita con trece láminas, en un papel muy lindo con las ilustraciones”, contó. Y aclaró: “También está en Spotify, no renegamos de la tecnología; pero en físico es una especie de objeto de arte”.
Dibujos “virales”
En los últimos años, los dibujos de Tute se expandieron. Fue así que dejaron de estar sólo en el papel para incorporarse al gran universo de expresiones artísticas que circulan a través de las redes sociales. De este modo sus trabajos se hacen virales, y algunos se transforman en fotos de perfil. “Me parece súper interesante, porque al fin de cuentas la sensación que uno tiene es la de haberse convertido en un medio de comunicación. No es solamente un perfil de Facebook, cada perfil es un medio de comunicación donde replico todo lo que dibujo para La Nación pero además subo dibujos con opiniones políticas o fotos, o lo que tengo ganas de publicar y yo soy mi propia línea editorial. Después el rebote que tiene, la cantidad de gente que replica lo que uno publica que es muy interesante porque es muy interactivo todo”, analizó.
“El mío es un espacio absolutamente independiente, en el que hago lo que quiero”, dijo sobre el espacio en el que circulan gran cantidad de propuestas. “Me encantan los memes, tienen esa enorme capacidad del repentismo con la noticia; yo trabajo siempre bordeando la noticia. Mis dibujos apuntaron siempre a ser atemporales y lo más universales posibles. Nunca vas a ver un dibujo mío con un personaje de turno o una noticia muy rabiosa. Me gusta bordear las noticias pero sin perder el pulso de lo que va sucediendo”.
El arte de ser inquieto
Escritor, dibujante y compositor, Tute se define como un artista aunque aclara: “La palabra artista a veces tiene mala prensa. Es como que si uno se considera artista se está considerando algo demasiado importante. La verdad es que no le doy esa relevancia. Un artista es un tipo o una mina que se dedican a generar emociones en distintos soportes. En mi caso, si no me considerara un artista me consideraría un inquieto que es más o menos lo mismo. Mi objetivo siempre es el de expresarme y el de generar emociones a través de distintos soportes”.
“Hay muchas cosas que me gusta hacer. Mi actividad central es lo grafico pero me gusta escribir canciones, hice cine, escribí poesía. Y andá a saber qué hago en un futuro. Eso es lo que me gusta. Seguir recorriendo el arte como un único camino, con puertas que se pueden ir abriendo y que se comunican”.
Crisis y revolución feminista
“Creo que el humor se lleva muy bien con las crisis. El humor en general y el gráfico en particular no son más que un mecanismo de defensa. Cuando hay crisis uno necesita defenderse y el humor es una manera de hacerlo”, apuntó. “El humor sirve para preguntar, para contestar, pero fundamentalmente para defendernos, para responder a la crisis, a los momentos complicados con humor que también es una manera de ser críticos”.
En varias oportunidades Tute mostró su apoyo al colectivo de mujeres y sus reivindicaciones. Consultado sobre si había realizado una revisión de género sobre su trabajo, confesó: “Funciona de esta manera, me pasó de tener que rever mis propias conductas. Mi trabajo cambia conforme cambia mi pensamiento y mi mirada sobre el mundo. El humor, entre otras cosas, es para mí la manera de explicarme el mundo. Cada vez que voy modificando algo de mis pensamientos eso aparece reflejado en mis dibujos; cambia conmigo”.
“Tengo la certeza de estar asistiendo a un gran cambio, a una revolución que es la revolución feminista. Por supuesto que es una revolución con la que no sólo estoy de acuerdo sino con la que además trato de colaborar desde mi lugar, porque entiendo que una vez terminada esta revolución vamos a vivir en un mundo más justo para todos.
Fundamentalmente para las mujeres pero también para los hombres, porque esta revolución feminista incluye un revisar actitudes que van desde el micromachismo hasta el femicidio, y que dejan a los hombres en una situación superadora de sí mismos. El machismo tiene como principal víctima a la mujer pero la segunda víctima es el hombre mismo. Porque el machismo, además de ser peligroso, plantea unos supuestos márgenes para el hombre que también son incomodos. Cumplir con una serie de requisitos que teóricamente hablan de la masculinidad son cosas que hay que replantearse, rediseñar y que seguro nos van a dejar a los hombres en un espacio de mucha más libertad también”.
Un 2019 “con preocupación”
“Políticamente miro al 2019 con preocupación, lo vivo con preocupación. Me parece que el modelo político del gobierno actual es mezquino con el pueblo, mezquino con la gente, con los trabajadores. Mucha gente en la calle, cada vez más. Mucha gente sin trabajo. Muy poca empatía por parte del gobierno con esas situaciones; un permanente achicamiento de todo, de la cultura, del Estado. Y es lo opuesto a lo que me gustaría que sucediera”, avaluó.
Una triste despedida
Las canciones del nuevo material son, en su mayoría, creaciones del mismo Tute. Entre los otros compositores está Jaime Torres, amigo y familia del dibujante que falleció el pasado 24 de diciembre. El miércoles 26, la Capilla del Cementerio de la Chacarita se había llenado de música. “Fue una linda despedida con una banda de sikuris y charangos dando una suerte de vuelta olímpica y aplaudiendo a cada rato su música, fue muy emocionante. Siempre es triste despedir a alguien. Había mucha gente, de todas partes”, conto. Y agregó: “En lo personal, lo considero parte de mi familia y lo es. Nuestras sangres están mezcladas, sus nietas son mis sobrinas. Uno de sus hijos está en pareja con mi hermana. La sangre de los Loiseau y de los Torres está mezclada”.
Proyecto colectivo
Canciones dibujadas cuenta con la participación de destacados músicos como Kevin Johansen, Miss Bolivia, Manuel Moretti (Estelares), Víctor Heredia, Ricardo Mollo, Charo Bogarín, Lisandro Aristimuño, Rolo Sartorio, Inés Estévez, Hernán Lucero, Gillespi y el recientemente fallecido Jaime Torres. Además participan los dibujantes Esteban Tolj, Lucas Nine, El Sike, Aldana Loiseau y Max Aguirre, entre otros.
Clips animados
El pasado 9 de noviembre, Tute dio a conocer el primer tema de Canciones dibujadas, “Barcos de papel”, a los que le siguieron “Donjuan”, “Momento”, “Sin querer”, “Sábana esperanzada”, “Palabras imposibles”, “Canción para Dorotea”, “Mesa para dos”, “Caballos blancos” y “Baila!”