Una mujer dio a luz su séptimo hijo varón en la maternidad pública Martin de Rosario y anticipó que pedirá que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sea la madrina del bebé.
Se trata de Andrea Romero, de 30 años, quien tuvo ayer el séptimo hijo varón, que pesó 3,750 kilogramos, y será bautizado con el nombre de Natanael.
«Me encantaría que la presidenta Cristina sea la madrina de Natanael, yo la voté, me gusta, ella hizo mucho por los pobres y espero que acepte, para nosotros sería un gran honor», dijo Andrea en diálogo con Télam.
Sobre el nombre que lleva su hijo, dijo que lo eligió su hermano mayor, y explicó que es bíblico y que significa «el elegido».
La mujer señaló que se sorprendió cuando los médicos le dijeron que había dado a luz un varón, al señalar que «no esperaba un varón porque al hacerme la primera ecografía me habían dicho que sería una nena y me quedé con eso».
«Preparé todo para una nena y ahora cambió todo», añadió al sostener «que está feliz» al igual que su pareja, José Luis Aguirre, de 34 años, y sus otros seis hermanos.
Romero vive en el barrio Santa Clara, ubicado en la zona noroeste de Rosario, y contó que trabaja como empleada doméstica y que su esposo es changarían y actualmente está desocupado.
«Toda mi familia dice que Natanael nos traerá suerte. Ojalá que venga con el pan bajo el brazo, como se dice», añadió muy emocionada con su bebé en brazos en la maternidad pública Martin, donde dio a luz.
Daniel Crosta, director médico de la maternidad Martin, explicó que «la paciente tuvo un embarazo muy cuidado con todos los controles y al igual que en los otros seis partos, este fue normal».
Los otros hijos de Andrea Romero nacieron en 1998, 1999, 2001, 2004, 2006, 2009 y en Rosario el madrinazgo de Cristina sería el primero en ser solicitado.
La tradición de Padrinazgo Presidencial en Argentina es un derecho otorgado por la ley 20843, sancionada en 1973 durante la presidencia de Juan Domingo Perón.
Según la ley, el séptimo hijo, sin distinción de sexo, tendrá el derecho de recibir de parte del Estado Nacional, una beca para alimentos y estudios y los presidentes en ejercicio pleno de sus funciones le regalarán una medalla y un diploma que acreditarán su condición de ahijado o ahijada presidencial.