Entre mañana y pasado la intendenta Mónica Fein resolverá si van al Concejo Municipal el subsecretario de Seguridad Ciudadana Luis Baita, la secretaria de Producción Eleonora Scagliotti, y el secretario de Gobierno Fernando Asegurado para responder preguntas sobre el siniestro ocurrido en el parque de diversiones que provocó la muerte de dos nenas.
Asegurado es el blanco predilecto de los concejales de la oposición en su condición de mano derecha de la intendenta. Es el hombre orquesta del gobierno de la ciudad. Entre 2009 y 2011 fue parte del núcleo duro que ejecutó el golpe de timón en los dos últimos años de gestión de Miguel Lifschitz, que le permitieron pasar de una escuálida elección de concejales en 2009 a una despedida de la Intendencia forrado de voto popular. Y mientras su ex jefe político marchó al Senado provincial, Asegurado se quedó en Gobierno para apuntalar el inicio de la gestión de Mónica Fein, dirigir las negociaciones con el Concejo Municipal y profundizar el giro de la gestión, más atenta a obras públicas menores, servicios públicos y mantenimiento urbano.
La cordialidad es pasado
Asegurado es el nexo habitual con los principales concejales de la oposición, como Héctor Cavallero, Jorge Boasso, Roberto Sukerman, María Eugenia Schmuck y Roy López Molina. Hasta hace 15 días que estalló la batalla política sin cuartel por la tragedia del parque, con ellos dialogaba sobre todo, desde nimiedades como conseguirles entradas para algún espectáculo público auspiciado por la Municipalidad hasta la discusión fina por la letra de las ordenanzas.
Unos y otros se estarán viendo la cara el miércoles. La campaña electoral en pleno desarrollo, y las acusaciones e imputaciones que se escucharon del Concejo en las dos últimas semanas le dan un particular contexto de tensión. La oposición se despachó con presuntas irregularidades en permisos de edificación, concesiones y hasta la guerra entre ex socios ya retirados del puerto de Rosario, lo que llevó a la intendenta Fein a ironizar sobre la presencia de “denunciadores seriales” en el Concejo.
En tanto, el secretario de Gobierno hizo saber en reuniones del gabinete que está especialmente dolido con algunos de esos concejales, que siente que traspasaron esa (difusa) línea entre la disputa política y las cuestiones humanas. Por eso, junto con toda la documentación reunida sobre ordenanzas, pliegos y controles –parte de la cual será girada al juez Curto para que lo incorpore a la causa–, se hizo preparar un arsenal de respuestas personalizado.
La vereda de enfrente
También los distintos bloques de concejales en los últimos días ensayaron alternativas para si finalmente tienen que sentarse frente a los funcionarios. Es común que en este tipo de interpelaciones sui generis tanto legisladores como funcionarios entran sabiendo lo que van a decir a la salida, pero igual sería un fiasco si no son capaces de traducir cara a cara lo que dijeron anticipadamente en los medios. El intercambio por Twitter y las desgrabaciones de las entrevistas radiales que tanto consumen funcionarios y concejales son un insumo necesario en la política actual, pero pueden inducir a error si se los confunde con la política en sí misma.
Sin embargo las fracciones de la oposición no sólo confrontan con el gobierno de Mónica Fein. A la vez juegan un partido en paralelo, como siempre que hay de por medio una elección de medio término, en el que se dirime quién queda posicionado como principal referente de la oposición y por tanto quién o quiénes clasifican para pelear la Intendencia en 2015.
Un ejemplo es lo que pasa con la comisión investigadora de las concesiones, promovida y habilitada por la oposición con anterioridad a la tragedia del parque. La montaña de copias de expedientes (lo de la montaña es literal: las carretillas que salieron desde el Palacio de los Leones al Palacio Vasallo trasladaron 150 mil pesos en fotocopias) ya generó rispideces porque Boasso resucitó viejos dictámenes del tribunal de Cuentas, específicamente sobre 119 cheques rechazados que emitió el concesionario de Rambla Catalunya. La movida del veterano concejal le valió que el macrista Roy López Molina le recordara que “el compromiso era manejar con reserva la enorme información recibida” e hizo mención a que hasta el dictamen final de la comisión “cualquier información (como los objetivos perseguidos) corre por cuenta de quienes la divulguen”. La pesca de votos en la misma pecera hace la disputa entre Boasso y el PRO de las más picantes de la campaña.
Un escalón más arriba de esa disputa está posicionado el Frente para la Victoria. Tras pasarle el trapo a la lista de La Cámpora en las primarias (debe multiplicar votos como Jesús hizo con los peces, pero aun así intentará de nuevo en la general), la lista de Héctor Cavallero y Norma López sale al ruedo empeñada en ensanchar lo conseguido en las primarias, pero en especial consolidar la primacía en un serie de seccionales de la periferia de la ciudad que en 2011 habían acompañado al oficialismo y esta vez al Tigre.
Fuerza propia
Está claro que una comisión investigadora de concesiones y dos funcionarios imputados de incumplimiento de deberes no es el escenario de campaña ideal. Aun así, en el gobierno de la ciudad están confiados en sus propias fuerzas. Desde mañana, cuando formalmente se inicie la actividad proselitista, Miguel Cappiello multiplicará su presencia en la campaña junto a la intendenta Mónica Fein primero y a Hermes Binner en el tramo final. Además del potencial que tiene hoy el Frente Progresista, ratificado en provincia y ciudad en las primarias, la lista de la intendenta Fein sale a caminar la ciudad de la mano de una nutrida agenda de gestión y de la mano de los principales referentes del espacio.
Binner, Fein, Bonfatti y Lifschitz son hoy a Rosario y Santa Fe lo que la delantera del Barsa al fútbol español, capaz de penetrar en un templo con el kipá sobre las cabezas para acompañar en las oraciones del Día del Perdón a la comunidad judía, o en barrio Acindar para el reacondicionamiento de los históricos monoblocks de Fonavi. No quiere decir esto que vayan a ganar elecciones caminando. Por la propia dinámica de la realidad pueden sufrir traspiés, o ganar con susto, pero es evidente que parten con bastante ventaja sobre los adversarios.
La Justicia, en el tramo final
Son intensas las negociaciones entre los poderes Ejecutivo y Judicial para poner en vigencia el nuevo Código Procesal Penal. De ambos lados de la mesa hay convencimiento de que los plazos no pueden estirarse mucho más, y que los inconvenientes que presentarán se solucionarán con tiempo, paciencia y predisposición. Y que aun así habrá más de un dolor de cabeza.
La entrada en vigencia del nuevo sistema penal –que esencialmente muda del actual sistema inquisitivo a otro oral y público–, ya tiene suficientes fiscales, jueces y defensores. Falta resolver cuestiones operativas, mínimas en relación a lo que ya se hizo, como abrir salas de audiencias y otros espacios físicos (las mayores dificultades se presentan en el interior de la provincia), equiparlas y terminar de implementar la informatización del sistema. Parte de estas soluciones pasan por las manos del secretario de Gobierno de la Corte, Eduardo Borda, un funcionario judicial de carrera que tiene un enorme poder sobre cuestiones funcionales pero que orgánicamente obedece órdenes de los seis ministros de la Corte. “Borda está en una postura obstruccionista”, lo cuestionó sin medias tintas el ministro de Justicia Juan Lewis. Y remató: “No se puede creer que siendo el secretario de la Corte, después de 6 años de sancionada la ley, Borda se dé cuenta ahora de que necesita hacer inversiones millonarias en un área que es su responsabilidad”.
Rato después de las declaraciones a Radio La Red, Lewis y los tres ministros de la Corte que estaban en Rosario el viernes al mediodía concretaron una reunión prevista de antemano. Hubo discusiones porque naturalmente los cortesanos quedaron en una posición incómoda, pero primó la necesidad de alcanzar acuerdos. A esta altura del partido, Poder Judicial y Ejecutivo están en el mismo barco y no hay margen para volver a los choques de otros tiempos.
Los movimientos que se hagan esta semana en la cúpula de ambos poderes serán decisivos. En el aire sobrevuela la palabra del gobernador, empeñada el 1º de mayo en la apertura de sesiones de la Legislatura, para poner en marcha para fin de año el nuevo Código Procesal Penal.