La estrategia del PRO de intentar sumar dirigentes radicales para articular un armado de cara a las próximas elecciones movió el avispero del arco opositor y despertó cuestionamientos desde la Unión Cívica Radical y desde la fuerza que encabeza Francisco de Narváez.
Desde que en diciembre pasado el líder del PRO, Mauricio Macri, oficializó a su ministro de Gobierno, Emilio Monzó, y al presidente del partido, Humberto Schiavoni, como los elegidos para establecer alianzas a largo plazo, se hicieron explícitos los deseos del macrismo de incrementar sus contactos con los intendentes radicales del interior.
Sin embargo, el diputado y presidente de la UCR bonaerense, Miguel Bazze, esta semana se pronunció en contra de un acercamiento con el PRO, a lo que dirigentes del macrismo como Cristian Ritondo respondieron que se trataba de opiniones “de una dirigencia anacrónica” que llevó al centenario partido “casi a su extinción”.
En diálogo con Télam, Bazze afirmó ayer que los dichos de Ritondo serán “porque no sabe” que él es “de la dirigencia nueva del partido, elegida hace sólo dos años”.
“Si hay algo que está claro es que no somos anacrónicos. Pero ellos sostienen un modelo liberal y una forma en que debe manejarse la economía en relación al Estado que es distinta a la nuestra. Eso hace que sea muy difícil un acuerdo a futuro, salvo que hayan cambiado, pero que yo sepa el PRO es la expresión del liberalismo argentino”, opinó.
Además, cuestionó la estrategia del macrismo, y dijo que le parece “mal el tratar de ir a buscar para sumar a intendentes de otros partidos políticos, es algo que no se hace y no corresponde, no se hace política así”.
“No es un acto de seriedad política tratar de conseguir un espacio yendo a buscar dirigentes afuera, como también ir a buscar figuras del deporte o artistas. Igualmente, la gran mayoría de los radicales no tendrían interés en sumarse al PRO”, enfatizó Bazze.
En ese sentido, consideró que Macri “está haciendo exactamente lo mismo que le criticaba al kirchnerismo, y no corresponde esa tarea sistemática y poco seria” de tratar de cooptar dirigentes, y concluyó que “evidentemente se quiere colgar de la estructura de la UCR”.
Con respecto a un presunto acercamiento con el socialismo, dijo que eso “tampoco ha ocurrido” y que no comenzaron conversaciones.
El dirigente bonaerense del radicalismo afirmó que hubo sólo declaraciones en los medios y que Ricardo Alfonsín y Hermes Binner solamente se encontraron en el marco de la Internacional Socialista, en Costa Rica.
“Disparate y falta de respeto”
En tanto, días pasados De Narváez se hizo eco de los movimientos entre sus ex socios y calificó de “disparate y falta de respeto que algunos dirigentes hablen de alianzas y candidaturas”.
Al respecto, el jefe del bloque del PRO en Diputados, Federico Pinedo, se refirió a esos dichos en diálogo con Télam y respondió: “Nosotros no calificamos a nuestros colegas, hacemos lo nuestro y que los demás hagan lo suyo. Aunque nos agredan no vamos a responder”.
Pinedo advirtió que seguirán “hablando con dirigentes de cualquier origen” porque lo consideran su “deber, ante un enorme vacío derivado de las derrotas tremendas de los candidatos opositores” en las elecciones nacionales pasadas.
En el PRO, en tanto, ganan terreno quienes buscan acercarse al radicalismo en detrimento del sector que promovía un armado con el peronismo no kirchnerista.
“Macri, Gabriela Michetti, Monzó, Schiavoni y Pinedo son quienes más lo impulsan, para fortalecer un posicionamiento más al centro”, dijeron a Télam fuentes del macrismo.
Por su parte, la diputada Gabriela Michetti, con un reconocido y fluido diálogo permanente con el ex presidente de la UCR, Ernesto Sanz se reunió días pasados con Macri, tras regresar de sus vacaciones, y acordó no hablar con los medios para mantenerse al margen de la polémica.
“Hasta marzo no tiene intenciones de formular declaraciones”, dijeron fuentes cercanas a la ex vicejefa de Gobierno, y señalaron que la reunión con Macri “fue excelente, y que la mimó como siempre”.