Este lunes comenzó una audiencia clave contra cuatro sospechosos de haber tenido algún tipo de participación en el entramado que terminó con la vida de Eduardo Trasante, pastor evangélico y ex concejal de Rosario asesinado de un tiro en la cabeza dentro de su casa de zona sudoeste en julio de 2020. Pero por problemas de conectividad y mejor realización la misma pasó a un cuarto intermedio hasta el 13 de febrero en forma presencial. En la misma se solicita la prisión perpetua para todos los imputados por el hecho de homicidio en el que resultara víctima Eduardo Trasante.
Si bien ninguno de los cuatro imputados está acusado de haber gatillado ni ordenado el crimen, son los únicos que figuran vinculados al homicidio de Trasante en la causa judicial que ya lleva 29 meses de investigación.
Desde Ciudad Futura, el espacio político del que participaba el pastor evangélico, se convocaronen la puerta del Centro de Justicia Penal (Sarmiento al 2800) para reclamar justicia mientras se celebra la audiencia preliminar, que es el último paso procesal antes del juicio oral y público.
“Se llega a esta instancia con cuatro imputados aunque a ninguno de ellos se le adjudica la autoría intelectual ni material del asesinato”, aclaran en el comunicado donde la abogada querellante, Gabriela Durruty, dice que 29 meses después “de un asesinato que todavía nos duela, seguimos recordando su legado y peleando por justicia”.
Crimen mafioso
Trasante fue ejecutado de un tiro en la cabeza la tarde del 14 de julio de 2020 dentro de su casa de zona sudoeste, ubicada en San Nicolás al 3600. Sus asesinos llegaron en auto a la puerta de la vivienda, en pleno aislamiento preventivo por la pandemia, se anunciaron, y cuando la hija menor de la esposa del pastor les abrió la puerta se metieron a punta de pistola. Luego mataron a Trasante de dos tiros, uno de ellos en la cabeza, frente a su esposa y su hija, para luego huir del lugar en una atroz secuencia que duró menos de diez minutos.
Para Ciudad Futura su asesinato fue “un mensaje mafioso” contra lo que representaba Trasante, cuya figura se hizo pública hace diez años, cuando le mataron a un hijo adolescente en lo que se conoció como la masacre de Villa Moreno. Ese hecho ocurrió el 1° de enero de 2012 en una canchita de fútbol de zona sur cuando integrantes de una banda dedica al narcomenudeo confundieron con rivales a tres jóvenes militantes (Jere, Mono y Patóm) y los fusilaron.
Dos años después, otro hijo adolescente de Trasante fue asesinado a la salida de un boliche céntrico. Eduardo nunca dejó de reclamar justicia por sus dos hijos y por todas las vidas de jóvenes truncadas por la violencia letal en los barrios populares.
Por eso, esclarecer el crimen del pastor es parte de la lucha que llevan adelante desde el espacio político que representaba.
“Hoy nos toca, en un giro cruel de la historia, pedir justicia por el que pedía justicia. Llevar la foto del que llevaba la foto. La foto de esta sociedad desigual, violenta e injusta”, expresaron desde Ciudad Futura.
En el comunicado recuerdan las consignas que levantan como guías: “¿Quién mató a Trasante?” y “Rosario: mafias o democracia”.
Convocan a que la ciudadanía acompañe el reclamo de pedido de justicia con una manifestación frente a la Centro de Justicia Penal “para exigir condenas que resulten al menos como un atisbo de reparación ante la crisis de violencia que sufre nuestra ciudad. Para abrazar a la familia de Eduardo y respaldar la comprometida labor de la querella, quienes dieron batalla en los contextos más adversos”.
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Sospechosos
Los cuatro sospechosos que este lunes serán sometidos a una audiencia previa al juicio oral no están acusados de la autoría material ni intelectual del homicidio, pero sí de tener participación en delitos vinculados con el crimen.
Según los fiscales del caso, Matías Edery y Gastón Ávila, el auto en el que se trasladaron los asesinos (aún no identificados) es un punto clave en la causa.
Una de las hipótesis indica que el vehículo fue robado para cometer el asesinato y luego descartado. La orden de sustraerlo la habría dado Julio Rodríguez Granthon, un preso condenado en octubre de 2021 a una docena de años como líder de una banda narco que se encuentra alojado en el penal de Piñero.
Dos jóvenes que se encontraban en libertad habrían sido quienes acataron sus órdenes. Se trata de Alejo Leiva y Facundo López, a quienes les sindican haber comprado y luego descartado el Peugeot 308 robado.
No obstante, por la compra de ese mismo vehículo ya habían sido imputados otros dos jóvenes en julio de 2020, el mismo mes en que asesinaron a Trasante. Se trata de Aníbal Galván, de 23 años, y de Brian Álvarez, de 19. En la acusación se los señaló por encubrimiento y coautoría funcional de homicidio calificado pero luego se modificó la calificación penal por una menos gravosa que los dejó afuera del plan homicida.
De esta manera, Rodríguez Granthon, Leiva, López y Álvarez quedaron a un paso del juicio oral previsto para 2023. Este lunes se realizará la audiencia preliminar.
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