La plaza de toros «La Monumental» de Barcelona se despidió a lo grande, tras 97 años de actividad, con una última corrida protagonizada por el diestro José Tomás, quien fue ovacionado por más de 20.000 almas.
Con un sentimiento de alegría y de tristeza contenida, los seguidores de los toros de Cataluña vivieron una jornada muy especial ya que puso fin a casi cien años de historia de las corridas en esta región del noreste de España.
El 1 de enero de 2012 entrará en vigor la prohibición de este espectáculo, aprobada el año pasado por el Parlamento regional catalán a raíz de una iniciativa popular de una plataforma antitaurina.
La decisión, apoyada por nacionalistas, independentistas y los partidos de izquierda, levantó una gran polémica en España, donde el espectáculo de los toros es una tradición popular.
La Monumental, inaugurada en abril de 1914, es la única plaza afectada por el veto del parlamento porque era la que mantenía actividad en Cataluña, donde la pasión por los toros ha ido disminuyendo con el correr de los años.
A pesar de ello, la principal plaza de toros de Barcelona, que llevaba a la leyenda José Tomás como atracción del programa, colgó esta tarde el cartel de «localidades agotadas» y a las 18 horas (las 13 en la Argentina) dio inició a la última función.
Fuera de La Monumental se repitió la imagen de los últimos años con decenas de manifestantes del movimiento antitaurino reclamando el fin de las corridas, esta vez rodeados de un fuerte operativo policial.
Los activistas realizaron un «brindis fúnebre» con cava catalana para celebrar. «Estamos satisfechos porque el día de hoy, Cataluña abre una puerta a la esperanza para poder terminar con las atrocidades taurinas en el resto del país», aseguraron al leer en un manifiesto frente a la plaza.
Poco antes de que se abrieran las puertas de La Monumental se vivieron momentos de tensión entre los grupos antitaurinos y los que hacían cola para ingresar en la plaza, aunque no se produjeron incidentes.
«Libertad, libertad», coreaban los taurinos, quienes también gritaban «Viva España, viva Cataluña y viva la fiesta nacional».
Muchos de los seguidores de los toros no pierden la esperanza y confían en que esta no será la última corrida.
El portavoz de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña (FETC), David Guillem, recordó que el Partido Popular (PP) recurrió la decisión del parlamento catalán ante el Tribunal Constitucional.
También están recogiendo firmas para presentar una iniciativa popular para declara la fiesta de los toros «bien de interés popular» para que vuelva a Cataluña.
Los taurinos señalan que la decisión de prohibir las corridas no ha sido en defensa de los animales sino por un interés nacionalista ya que no se vetó a los «correbous», un festejo taurino popular en Cataluña.
En medio de este debate, José Tomas y Serafín Marín, cerraron La Monumental a todo lo alto. La imagen de estos dos toreros y Juan Mora saliendo de la arena sobre hombros y en medio de un estremecedor aplauso puso punto y final a las corridas al menos por ahora.
Los taurinos salieron de la plaza con un sentimiento encontrado y con arena en los bolsillo como recuerdo. Por ahora, el futuro de La Monumental es incierto. Se sabe que no habrá más corridas pero no qué será del histórico recinto, ya que el gobierno local no está dispuesto a gastar dinero para conservarlo.