Un joven de 22 años fue asesinado de un disparo en el tórax ayer a la madrugada cuando su atacante sacó un arma en medio de un cumpleaños y comenzó a disparar en el interior de una construcción de Necochea al 4000. Además, un adolescente de 19 años recibió un tiro en el abdomen y una nena de 13 fue alcanzada por un proyectil en el hombro, aunque se retiró sin el alta del hospital Roque Sáenz Peña. Los investigadores buscaban a un muchacho, quien sería hermano de la menor que resultó baleada. En ese marco, los pesquisas deslizaron que el agresor y el grupo de jóvenes que estaban en el festejo tenían problemas de larga data. En esa zona de barrio Tablada, ya se registraron 22 homicidios en casi cuatro años.
De acuerdo con la investigación, el hecho se conoció ayer minutos después de las 6 cuando allegados trasladaron a la guardia del Roque Sáenz Peña a Julián Joaquín Pared, de 22 años, quien presentaba un disparo en el tórax. Los médicos indicaron que el herido arribó sin signos vitales y a pesar de las técnicas de reanimación falleció producto de las lesiones ocasionadas por un proyectil 9 milímetros. Además, otro automovilista llevó a Franco Leonel M., de 19 años, quien presentaba un disparo en el abdomen. Los médicos lograron estabilizarlo y lo trasladaron al Heca, por la gravedad del cuadro. Media hora después, llegó a la guardia una nena de 13 años con un disparo en el hombro, quien se retiró del centro de salud tras recibir las primeras curaciones sin esperar el alta médica.
En ese marco, los uniformados entrevistaron a la mamá del fallecido, identificada como Norma V., quien contó que Julián recibió el disparo mortal al momento en que estaba en un cumpleaños. Dijo que un motociclista pasó y abrió fuego contra el grupo de jóvenes.
Sin embargo, los investigadores señalaron que al llegar a la construcción donde se hizo el festejo, las vainas calibre 9 milímetros se encontraron dentro del inmueble. “El atacante fue identificado por los testigos por el apodo de Pipo y tendría problemas de larga data con el grupo que estaba en el cumpleaños”, describió un vocero de la investigación, quien agregó que algunas personas aseguraron que el sospechoso es hermano de la menor que recibió el tiro en el hombro.
A su vez, las fuentes señalaron que no hay pruebas para determinar que el ataque se deba al enfrentamiento que existe desde hace casi cuatro años entre las bandas de Centeno y Ameghino.
El caso es investigado por el fiscal Ademar Bianchini junto a la colaboración del personal de la Policía de Investigaciones (PDI).
Una familia, dos crímenes
Facundo Pared era hermano de Julián. Facundo fue hallado asesinado de un escopetazo en la espalda en enero de 2014 en Esmeralda al 3900. Un año antes, se había salvado de milagro cuando una dupla de motociclistas atacó a balazos con minutos de diferencia a tres grupos de personas en distintas zonas de barrio Tablada. Producto de la brutal balacera ocurrida el 16 de enero de 2013, Nicolás López y Nicolás Basualdo fallecieron y Alan L. quedó malherido en Esmeralda y 24 de Septiembre. Al momento del ataque, Alan L. estaba con Facundo y otros hermanos de Julián. Por esos hechos, están imputados Joel I. y Matías G., conocido como Matute.
Una saga de dolor y muerte que parece no tener fin en la zona sur de la ciudad
El crimen de Claudio “Caio” Colli, ocurrido el día de la primavera de 2011, profundizó las diferencias entre bandas barriales separadas por 200 metros: los de Centeno y los de Ameghino, grupos que se disputan el territorio en un contexto narco. En el medio, calle Garibaldi como frontera de ambos territorios: divide las jurisdicciones de la seccional 16ª (al norte) y 11ª (al sur). Por el homicidio de Colli, ejecutado cuando ya había subido a un colectivo, fue detenido un adolescente y, casi tres años después, cayó Nahuel Ojeda, sindicado autor material. A Ojeda le habían incendiado la casa tras el asesinato.
Un año después del crimen de Colli, en octubre de 2012, un hermano de Nahuel, Leandro Ojeda, iba en moto con su mujer y dos niños cuando fueron atacados a tiros en Ayacucho al 4800. Murieron Leandro y Triana Racosky, su hijastra de cuatro años.
Más volencia
En ese radio en el que los pasillos unen las cuadras hubo un sinfín de muertes y no todas estuvieron vinculadas con la guerra de los de Ameghino y los de Centeno: en 2013, Nicolás López y Nicolás Basualdo; Cristian Escobar, Fabricio Montes, Franco Gómez, Lucas López, Luciano Cáceres, Daniel Ramírez, Nicolás Brambilla, Hugo Neto y Leonel Segovia.
El 30 de enero de 2014, Facundo Pared, de 18, fue asesinado de un escopetazo en Esmeralda al 3900 en un confuso episodio que no posee imputados como tampoco se determinó la mecánica, ni el móvil del homicidio. En dicha oportunidad, los investigadores tenían dos hipótesis: una relacionada a un ajuste de cuentas entre bandas y la otra tenía que ver con que el atacante le disparó por la espalda por haber sustraído prendas de un local de las inmediaciones. Facundo es hermano de Julián, el joven asesinado ayer. Ese mismo año fue asesinado en la misma zona Emanuel Tomé,
El 3 de diciembre del año pasado Jorge “Chancho” Pérez, de 36 años, fue asesinado de un balazo en Centeno al 200. Esa misma tarde, y como represalia, se desató en las cercanías un tiroteo en el cual una embarazada de 14 años fue baleada. También como venganza por este crimen, el 4 de diciembre Jonathan “Tico” Ferreira, de 24 años, fue asesinado de diez balazos en pasaje Rezzara y Colón. El 22 de enero pasado, Cristian “Charly” Machuca, compinche del anterior y de 19 años, fue ultimado en Necochea al 3900. El 25 de febrero, una emboscada terminó con la vida de Leonel Zalazar, de 20 años, en la unión de los tres pasillos que hay en Ayacucho y Centeno.
La lista de muertos siguió en 2015. El 12 de marzo de 2015 fue asesinado Cristian Luciano Olguín. El mortal ataque surgió luego de que Olguín atacara a balazos el frente de la vivienda de quien unas horas después sería su verdugo. Como los vecinos llamaron al 911, el personal de la comisaría 16ª buscaba a Olguín por los balazos.
Después de las 7 de ese mismo día, al dueño de la casa baleada lo buscaban por el ataque al adolescente. Es que minutos antes allegados a Luchi lo llevaron al Roque Sáenz Peña tras encontrarlo herido de dos tiros cerca de Colón y Uriburu. La víctima agonizó hasta cerca de las 16, cuando falleció producto de las heridas recibidas en la cabeza y en el tórax.