El bar La Capilla, ubicado en la esquina de Mendoza y Avellaneda en el barrio Echesortu, dejará de funcionar hoy y el local deberá ser desalojado antes del viernes. El cierre se debe a la tajante negativa de renovación del contrato por parte de los dueños del inmueble.
Si bien el tema ha sido tratado en el Concejo Municipal el mes pasado, cuando se aprobó una resolución que procura salvar el bar considerándolo “patrimonio histórico”, no se ha logrado llegar a un acuerdo entre las partes. Edgardo Falcón, edil del bloque Socialista que presentó la iniciativa para dicha resolución, encomendó al Ejecutivo incluir al bar en el “Programa de Relevamiento y Posterior Puesta en Valor Turístico de los Bares Tradicionales de Rosario”.
Los dueños del comercio, Roberto Nakamatsu y su esposa Susana, han contado con el apoyo de fieles clientes y vecinos que han pasado por el bar en sus 63 años de vida para luchar por su conservación. Entre los mismos se encuentra el dibujante chileno radicado en la ciudad Sergio “Cheché” López, quien ha llevado a cabo un incesante trabajo por la conservación del bar y su valor social, histórico y cultural. En este sentido, organizó una muestra gráfica junto a Max Cachimba para realzar la importancia histórica y cultural de este espacio, entre otras actividades.
Según explicó Nakamatsu, además del histórico bar, finalizaría también el contrato de alquiler para la librería contigua, sobre calle Avellaneda, por lo que considera que en el lugar podría construirse un edificio. La preocupación del comerciante no es sólo por el edificio, sino por el emprendimiento en el que ha invertido toda su vida y que hoy en día está en juego.
Por otra parte, se ha ofrecido a través de un grupo de amigos y vecinos renovar por un año y ayudar a mejorar el lugar, formar la sección amigos del bar la capilla y reformularlo, pero no hubo ningún interés. Por lo que el Concejal Falcón declaró que “se están realizando los últimos esfuerzos para generar un lugar alternativo en otro lado” y confirmó una reunión con el Fondo de Comercio para revisar las últimas opciones. Además, floreció una corriente de vecinos, músicos y artistas de la ciudad quienes coinciden en conseguir este espacio alternativo.
Respecto a este tema, Cheché le explicó a elciudadanoweb.com que el cierre forma parte de un gran cambio social y estructural que se está produciendo respecto de la idiosincrasia de Rosario y su gente. “Hace quince años la gente no pensaba que no iba a poder sentarse en la vereda a tomar mates”, ejemplificó al respecto. Comentó también haberse contactado con distintos museos de la ciudad para rescatar añejas botellas y utensillos encontrados en el sótano del lugar, sin haber recibido aún respuestas favorables. Aunque La Capilla fue inaugurado hace 63 años, antes hubo otro bar llamado El Imperio, que data de hace más de cien años. El actual comercio conservó también muchas de las mesas y muebles.