Un niño de 14 años mató a disparos a ocho alumnos y un guardia de seguridad en una escuela de Belgrado, reveló en las últimas horas el Ministerio del Interior de Serbia.
La policía informó de que se había detenido a un alumno de séptimo grado, identificó al autor de los disparos por sus iniciales, K.K., y dijo que había abierto fuego con la pistola de su padre. Según el comunicado, era estudiante de la institución, había nacido en 2009 y fue detenido en el patio de la escuela.
Milan Milosevic, el padre de una de las alumnas de la escuela primaria Vladislav Ribnikar, dijo que su hija estaba en la clase donde se disparó el arma. «Se las arregló para escapar. (El niño) … primero le disparó al maestro y luego comenzó a disparar al azar», dijo Milosevic a la emisora N1.
“El tirador disparó primero a la profesora y luego a los niños, que se agacharon bajo los pupitres”, dijo Milosevic citando a su hija. “Vi al guardia de seguridad tumbado debajo de la mesa. Vi a dos niñas con sangre en la camisa. Dicen que (el autor de los disparos) era tranquilo y buen alumno. Hacía poco que se había incorporado a su clase”, añadió.
Milan Nedeljkovic, alcalde del distrito central de Vracar donde se ubica la escuela, dijo que los médicos estaban luchando para salvar la vida de la maestra.
La declaración del Ministerio del Interior dijo que ocho niños y un guardia de seguridad habían sido asesinados y seis niños habían sido hospitalizados junto con el maestro.
Agentes con cascos y chalecos antibalas acordonaron los alrededores de la escuela.
«Vi a niños salir corriendo del colegio, gritando. Vinieron los padres, estaban aterrorizados. Después oí tres disparos», declaró a la televisión pública RTS una chica que asiste a un instituto adyacente al Vladislav Ribnikar.
Las víctimas están siendo atendidas y se están investigando los motivos del tiroteo, dijo la policía en un comunicado.
Los tiroteos masivos son comparativamente poco frecuentes en Serbia, que tiene leyes muy estrictas sobre armas de fuego. Pero los Balcanes occidentales están inundados de cientos de miles de armas ilegales tras las guerras y los disturbios de la década de 1990.
Las autoridades serbias concedieron varias amnistías a los propietarios que entreguen o registren armas ilegales.
