Cuando Pablo Seghezzo aceptó el cargo como secretario de Control y Convivencia Ciudadana aceptó también pasar a ser el malo de la película. Él mismo se denominó así en una charla pública sobre la noche y es el concepto clave que usa para luego explicar su función: a Pablo Seghezzo le toca ser quien aplica la norma. El funcionario no se queja de ese papel. Al contrario. Cuando habla de lo que le toca hacer lo hace con emoción y sin ningún indicio imperativo o autoritario, características que podrían pertenecer a alguien que ocupa su lugar. Seghezzo, cuenta con tono de joven utópico, ve a la norma, su aplicación y el control de que se cumpla como una herramienta para transformar a la sociedad en un lugar mejor.
Pablo Seghezzo lleva más de veinte años trabajando en la Municipalidad de Rosario.
Ingresó como empleado y recorrió todo el camino necesario. Primero fue inspector, luego jefe de departamento, director de área en distintas reparticiones, subsecretario de Servicios Públicos, secretario de Promoción Social, secretario de Servicios Públicos y ahora a cargo de Control y Convivencia Ciudadana. El trayecto lo llevó a tener un conocimiento general de cada mundo que le toca habitar, ahora mucho más grande y complejo que los anteriores. Lo que más le gusta de su función actual es estar en la calle, recorrer con agentes e inspectores los barrios de la ciudad y ver en acción a lo que él denomina “un Estado con actitud punitiva y educadora a la vez”. Su meta como funcionario a cargo del control, según dice, va en ese sentido: lograr que el ciudadano cumpla la norma con convicción. “Me da mucha satisfacción ver al Estado presente en el espacio público con una buena actitud. Hasta me emociona, porque es construir una sociedad mejor. Hay que trabajar para mejorar. La mejor manera de empezar cualquier cambio es por uno mismo, la mejor manera de cambiar las cosas también es por uno mismo. Hay revisar nuestra actitud y dar ejemplos. La sociedad nos devuelve lo que le damos”.
El martes 18 se cumplirá un año de la creación de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana. Pablo Seghezzo, al frente de la cartera desde su creación, dialogó con El Ciudadano a pocos días de celebrarse este primer aniversario.
—¿Cuál es su balance de este primer año de gestión?
—Es un balance muy positivo. Así se lo transmito a todo el equipo de trabajo y los agentes de la Secretaría. Todavía hay muchísimo por hacer, pero este año pudimos marcar la presencia fuerte del Estado en el espacio público y pudimos corregir algunos hábitos, que son culturales y que no van a modificarse de un día para el otro ni de un año para otro. Pero creo que estamos muy bien encaminados. Hay una marca distintiva de Rosario que hay que valorar y es que es increíble cuánto sale la gente y aprovecha el espacio público. Es muy importante que para que haya garantías de seguridad y el Estado esté presente.
—Se necesita un convencimiento importante del rol que cumple y del significado de las normas para la sociedad…
— Sí. Este año me he convencido de eso. Si hay algo que modificar, hay que modificarlo, pero mientras tanto hay que respetar la norma. La intendenta (Mónica Fein) presentó hace unos meses el programa “Todo empieza un día”, que refuerza esta idea. Nos manejamos en cuatro ejes: tratarnos con respeto, cumplir con las normas de tránsito –este año pudimos bajar los accidentes viales y los internados en el Heca por accidentes–, adoptar hábitos sustentables y cuidar el mobiliario público, cuidar la ciudad como nuestra casa. Se tiene que profundizar y mantener el trabajo de concientización.
—¿Por qué ve que no se cumplen las normas en Rosario?
—Normalmente, por comodidad, por conveniencia, por ignorancia, por necesidad. Y lo que hacen todas esas personas es vulnerar el derecho de una mayoría. Uno entiende que el interés o la necesidad son válidos. Uno entiende muchas cosas en el cuestionamiento hacia la norma, pero la norma nos rige como sociedad. Se cambian las normas, no hay inconveniente. Hay cosas que hacen ruido y se discuten, como fue el caso de los bares culturales, que está siendo muy productivo.
—Las inspecciones tuvieron mucho impacto público. ¿Cómo las encararon?
—En inspecciones generales hicimos una priorización de las actividades que pueden generar más riego. Tomamos la noche por la concentración de gente, el consumo de alcohol, el riesgo vial, el impacto sobre el espacio público, los problemas que genera en los vecinos. Lo tomamos con importancia especial. Este año tenemos alrededor de unas 69 clausuras de lugares nocturnos, algunos de los cuales perdieron la habilitación municipal. En la noche hay de todo, bares culturales y lugares muy complejos que llegan a relacionarse con lo delictivo. También hicimos una priorización de actividades comerciales con potencial riesgo, como clubes o industrias. Sobre esas estamos trabajando mucho. Son actividades con riesgo potencial, y estamos afinando.
—¿Cómo fue la relación con el Concejo Municipal?
—Tenemos una muy buena relación, de respeto mutuo.
—¿Y con Gendarmería?
—Excelente. La llegada de las fuerzas federales ayudó a potenciarnos muchísimo. Podemos hacer operativos en lugares muy complejos de la ciudad a cualquier hora. Gendarmería nos brinda un marco de seguridad. Tenemos un representante de la Secretaría en el comando unificado las 24 horas y desde un principio trabajamos muy bien. Hay que remarcar que las fuerzas vinieron a trabajar en conjunto. Les hemos dado mucha información. La Municipalidad tiene una red social muy importante a través de los centros de salud, de los centros de promoción social, a través de los polideportivos, de las mesas barriales.
La “convivencia”, el gran eje
El 18 de noviembre de 2013 los índices de violencia en Rosario ya eran alarmantes. La ciudad, además, todavía estaba conmocionada por el ataque a la casa del gobernador Antonio Bonfatti, un mes antes. En ese marco, la intendenta Mónica Fein anunció un reordenamiento municipal que incluyó la creación de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, que pasó a contener bajo una misma órbita a las áreas de Control, Tránsito, Monitoreo del Transporte y el sistema de Videovigilancia. A un año de esa decisión, Seghezzo considera que la creación de la Secretaría de la que está a cargo fue “un paso más” en las políticas municipales del socialismo para mejorar la convivencia en Rosario.
“Se han hecho distintas apuestas. Primero, fue un muy buen esquema de la salud pública, un esquema único en el país y que es modelo. A fines del 90 la apuesta fue en la Promoción Social, con la implementación, por ejemplo, de los centros Crecer y los polideportivos. Luego se centralizó en los servicios públicos y los servicios de recolección, transporte, las empresas municipales. Son hechos fuertes de las distintas gestiones municipales para mejorar la convivencia”, relató el funcionario. “La verdad es que la intendenta (Mónica Fein) entendió que era el momento de enfocarse en el control, ante un país con bastantes problemas de convivencia, tolerancia, inequidad e inclusive de impunidad. Fue una decisión de Mónica Fein de tener un Estado presente que dirima. Hay muchos problemas chiquitos que hacen a la convivencia y donde tiene que estar el Estado”, analizó.
Seghezzo dio varios ejemplos concretos acerca del concepto de la presencia del Estado.
Entre ellos, destacó que no se resolvieron tomas de terrenos ni cortes de calle dando algo a cambio. “Va más allá de la validez de los reclamos. A veces se arregla con promesas que hay que cumplir o no cumplir, que si se cumplen puede incentivar a que sea una metodología de extorsión. Hemos resuelto cortes y ocupaciones haciendo cumplir la ley. Lleva más trabajo, claro que sí. Pero se resuelve el problema, se atiende la necesidad y no se da nada a cambio. Es importante remarcarlo, es trabajoso pero marca pauta en la sociedad”.
En unas pocas horas, 101 vehículos al corralón
Entre la noche del viernes y la madrugada de ayer, operativos nocturnos de control en distintos puntos de la ciudad remitieron 40 vehículos al corralón. Además, en la previa del partido de Central se secuestraron 61 motos que no tenían la documentación correspondiente, por lo que 101 vehículos fueron trasladados al depósito municipal.
Personal de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana junto a efectivos de la Policía y agentes de fuerzas federales desplegaron operativos de alcoholemia en los que 40 vehículos que fueron a parar al corralón. “Se trata de autos y motos cuyos titulares incurrieron en faltas graves”, explicó el secretario Seghezzo, quien precisó: “Unos 13 autos y 3 motos fueron remitidos porque sus conductores dieron positivo en los test de alcoholemia y el resto, fueron 24 unidades cuyos titulares no pudieron acreditar la documentación obligatoria en tiempo y forma”.
Las intervenciones se concretaron en diversas intersecciones de la ciudad, donde se detecta durante los fines de semana mayor flujo de peatones y conductores.
Pero antes de los operativos, un primer despliegue en la previa del encuentro que Central empató en cero con Vélez Sarsfield terminó con 61 motos trasladadas al corralón.
“Dispusimos acciones de prevención y control en las inmediaciones de la cancha para lograr un desplazamiento urbano seguro, sin inconvenientes”, puntualizó Seghezzo. “Se secuestraron 61 motos cuyos conductores no cumplían con la obligación de tener papeles al día y elementos de seguridad”, concluyó.
La clave: agentes capacitados
Una de las principales metas que Seghezzo remarcó hace un año fue la de la capacitación de los agentes que forman la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana. Doce meses más tarde, el funcionario consideró que el eje va bien encaminado. La repartición cuenta con una dirección de fortalecimiento institucional, un área específica para ese fin, y la capacitación, contó Seghezzo, es permamente. Se han hecho cuatro generales para todos los miembros de la Secretaría y unas cuantas más específicas.
“Los agentes lo reciben muy bien, hay mucha necesidad de capacitación. He visto situaciones de calle difíciles. He visto gente que se resiste a hacerse el test de alcoholemia, a bajarse del auto; uno los ve en estado de ebriedad y no se quieren bajar. Hay que hacerlo por la fuerza, y hay que saber estar en esa situación para gestionarla de manera profesional. Así que en eso estamos: mucha capacitación y mucha más, falta más. Yo creo que es la clave. Nuestros agentes están en permanente contacto con la gente y son la imagen del Estado frente al contribuyente”.
Récord: en un año, más de 25 vehículos al corralón
La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana dio a conocer a fines de octubre un dato que terminó de izar una de sus principales banderas, la del control vehicular. Este año se batió el récord de remisiones de vehículos al corralón. En octubre las estadísticas daban unas 22 mil remisiones y a la fecha ya superan las 25 mil, en ambos casos, más que 2011, 2012 y 2013 juntos. Además, lograron disminuir la cantidad de internados por hechos de tránsito en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
“Esto significa dos cosas: un orgullo en cuanto a número de gestión y a la vez nos muestra una sociedad que le cuesta acatar las normas. Nuestro objetivo como Secretaría es mantener el mismo nivel de operativos y que el porcentaje de remisión sea cero.
Terminar 2015 con la misma cantidad de operativos, con esa presencia, y que baje el porcentaje de remisión, que tengamos menos infractores. Por un lado es un buen número, por el otro mucho trabajo en concientización y cumplimiento de normas”, explicó Seghezzo. Y destacó que ya se han dado más de 6 mil cursos para infractores graves.
Además, el programa “100 por ciento casco” llegó a los 800 empleados de empresas de la ciudad que recibieron su casco y su certificado de participación en los cursos de capacitación. Todos revistan en 12 firmas radicadas en la ciudad que se sumaron a la iniciativa desde sus comienzos. Otro medio millar de trabajadores que utilizan motos participan de otra capacitación, y en total unos 9 mil trabajadores pudieron acceder a información sobre seguridad vial.
El programa municipal que involucra también a la Fundación Ciudad de Rosario y es implementado por la Secretaría de Control y Convivencia busca incluir a más empresarios comprometidos con el respeto a las normas de tránsito para el uso de las motos, quienes se comprometen a trabajar para que todas las personas que se desplazan en motos utilicen casco y tengan vigente su licencia de conducir, patente y seguro.