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Un cabo del Ejército fue procesado por acosar y abusar de soldadas voluntarias

Se aprovechó de su jerarquía para acosar a mujeres soldados. Les insistía en forma personal o por whatsapp. A una de ellas la mandó a tomar una guardia, se presentó en el lugar durante la madrugada y abuso de ella

En diciembre del 2021 un joven soldada denunció a un cabo por abuso sexual. Cuando se inició la investigación la fiscalía contó que aprovechando su jerarquía,  la mandó a hacer una guardia a un lugar alejado dentro del predio militar. Además, surgió que tres meses antes, había acosado a otra soldado por lo que se abrió un sumario administrativo y fue sancionado. Ahora, la justicia federal dictó su procesamiento por ambos hechos.

El Juzgado Federal N°3 de La Plata hizo lugar el jueves pasado al pedido formulado por la fiscala federal Ana Miriam Russo y procesó a un cabo primero del Ejército del Regimiento de Caballería de Tanques N°8 de Magdalena como autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público cometido por parte de un militar, en el ámbito y durante el ejercicio de sus funciones, que tuvieron como víctimas a dos soldadas de aquella unidad.

El primer hecho denunciado ocurrió el 27 de diciembre del 2021 mientras la víctima hacía una guardia y fue atacada sexualmente. La mujer contó que previamente había sufrido acoso por parte del denunciado.

El sospechoso era un superior jerárquico y ordenó a la víctima que tomara la guardia durante la madrugada en un lugar con poca iluminación y alejado del resto de las personas que se encontraban prestando funciones en la dependencia militar, refirió el portal fiscales.gob.ar.

La investigación quedó en manos de la Fiscalía Federal N°3 de La Plata que imputó al sospechoso de haberla besado y tocado sus genitales sin su consentimiento. Entre las medidas investigativas la fiscalía pidió la solicitud al juez Ernesto Kreplak de una orden de prohibición de acercamiento a la víctima por parte del agresor con carácter de urgente.

Además surgió que había un sumario administrativo iniciado tres meses antes del hecho donde otra soldado voluntaria lo denunció que le enviaba mensajes por whatsapp “insistentemente y de contenido muy desagradable”, y que el 23 del mismo mes el sujeto se hizo presente en dos ocasiones mientras ella hacía guardia para pedirle su teléfono personal. Ante la reiterada negativa a darle el dispositivo, el cabo primero le propuso “tener algo (…) dentro de la unidad” y le advirtió que lo que pasara entre ellos en ese lugar “moriría” allí, refiere el portal.

La víctima explicó que, al ver que el militar no se retiraba del lugar pese a sus negativas, se sintió nerviosa y decidió dar aviso a la guardia central. Los superiores jerárquicos del Regimiento dieron cuenta del parte de la soldado voluntaria brindado ese día en la guardia respecto de una situación de “acoso verbal” por parte del cabo y el 23 de diciembre de 2021 -cuatro días antes del segundo suceso- el imputado fue sancionado con diez días de arresto simple por “vulnerar sus deberes militares y producir un grave menoscabo a la disciplina militar y efectuar actos de descortesía y falta de respeto en el trato con otro Militar», contó Fiscales.

Se le amplió la imputación por este hecho. En el pedido de procesamiento, la fiscala federal Ana Russo puso de relieve las obligaciones internacionales que asumió Argentina en tanto Estado signatario de tratados internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres, que indican lo imperioso de investigar, juzgar y sancionar aquellos casos donde se ven afectados sus derechos y garantías como producto de las múltiples violencias y desigualdades a las que estructuralmente han sido sometidas, conforme la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem do Pará), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo.

En particular, el dictamen fiscal enfatizó en la obligación de “debida diligencia reforzada” que se les reclama a los Estados a la hora de investigar y sancionar estos casos y el deber de establecer sistemas efectivos de protección de las víctimas.

La fiscal Ana Miriam Russo dijo que este sometimiento produjo en la víctima una humillación y degradación que trascendió el abuso sexual simple. Y agregó que se trata de un acto único que resultó altamente dañoso para la víctima, “ya sea por el carácter degradante de la conducta o por el peligro que ella trae aparejada.

Ahora el cabo fue procesado abuso sexual gravemente ultrajante en un hecho que involucró tocamientos y besos forzados, y por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público en un caso de acoso verbal de forma personal y a través de chats.

 

 

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