Las decisiones de los entrenadores se evalúan por lo que sucede en los partidos y en el resultado de los mismos. Considerando estas premisas básicas que tiene el fútbol las que tomó Miguel Ángel Russo fueron erróneas. Es que Central perdió 2-0 en su visita a Huracán y en el primer tiempo sufrió “un baile”. El Canalla padeció toda la primera parte y la mejoría que mostró en el complemento fue escasa.
La ilusión por meterse dentro de los primeros cuatro de su zona quedó en eso. Central nunca estuvo a tiro ni en el resultado ni en el juego. La decisión del entrenador en poner un mediocampo nuevo con jugadores de buen pie, pero con nada de marca fracasó.
Huracán complicó desde el inicio con la movilidad de sus hombres de arriba y tras hacerse de la posesión rápidamente. A Central le costó agarrar la pelota y se lo vio como a un equipo partido. El local, luego de haber probado varias veces desde lejos, llegó a la apertura del marcador a los 21 cuando Pusseto en soledad se quedó con la pelota ejecutada desde un córner y fusiló a Broun.
El gol del Globo obligó al Canalla a salir en busca de la igualdad, pero la historia no se emparejó, sino todo lo contrario. Es que Russo decidió utilizar un medicampo con jugadores de buen pie, pero con muy poca marca. Y se sabe que una elección así, es efectiva si los protagonistas llevan adelante su tarea de tener la pelota. Pero esto no sucedió en toda la primera etapa donde ni siquiera Central pudo patear al arco y sufrió todo el desarrollo. El local aprovechó de la falta de resistencia de la línea media auriazul y golpeó por segunda vez después de que sus jugadores no tuvieron resistencia y armaron un golazo. Al Canalla se le notó la ausencia de Kevin Ortíz, quien a pesar de haber firmado la renovación de su contrato no fue incluido para este partido.
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