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Un chequeo a la vista

Culmina la semana dedicada a la detección de degeneración macular que se realiza en el país desde el lunes. En Rosario, centros médicos públicos y privados realizan exámenes a mayores de 60 años.

Hoy culmina la Semana de Detección de la Degeneración Macular Relacionada con la Edad, organizada por la Sociedad Argentina de Oftalmología. La misma comenzó el lunes y ha tenido lugar en distintos centros públicos y privados del país, inclusive Rosario (ver aparte). Allí se han examinado gratuitamente a mayores de 60 años a fin de detectar si padecen esta enfermedad ocular; se les realizó un estudio oftalmológico que incluirá un fondo de ojo y, en caso de sospechas, se derivará a las personas para la realización de estudios complementarios a fin de confirmar o descartar el diagnóstico.

Más de 80 mil argentinos sufren de esta enfermedad, y cada año se diagnostican 3.850 nuevos casos.

Joaquín Bafalluy, especialista en enfermedades de retina y mácula y director médico de oftalmólogos especialistas, explicó a El Ciudadano que la degeneración macular es la principal causa de disminución severa de la visión en los países occidentales en personas mayores de 60 años.

“Es un proceso degenerativo de la retina que produce pérdida de agudeza visual y de visión central, indispensables para realizar actividades tales como leer, manejar, reconocer rostros, ver la hora o marcar un número de teléfono. Por lo general se presenta en personas mayores de 60 años, siendo la primera causa de disminución severa de visión central”, detalló.

“Sin dar ningún tipo de aviso al paciente, la enfermedad aparece. Es por eso que los oftalmólogos recomendamos realizarse un fondo de ojo una vez por año, para ver si existen cambios que deriven en una degeneración macular y, de haberlos, tratar de corregir los factores de riesgo modificables”, dijo Bafalluy.

A su vez, aclaró que con los chequeos periódicos “seguramente se reducirá la evolución de la enfermedad, en cuanto a medidas posibles”. Sin embargo, sostuvo que hay otras situaciones en las que el paciente ya tiene prevista su degeneración macular, como aquellas personas que tienen iris claro y tienen antecedentes familiares de la enfermedad.

“Las personas de ojos claros, de tez blanca y, en su mayoría mujeres, pueden ser propensas a la degeneración macular”, explicó. En tanto, advirtió que aquellos que no tengan su hipertensión controlada debidamente, los que tengan trastornos en colesterol y lípidos, los que revelen una exposición crónica a los rayos ultravioletas (aquellos que durante años han trabajado al sol o los que tengan severos daños en la piel por la exposición solar veraniega), pueden sumarse a la lista de estos pacientes. Claro que la peor parte la llevan los fumadores: “Los que fuman aumentan en tres y cuatro veces sus posibilidades de sufrir la deformación de su visión”, indicó el oftalmólogo.

Dos tipos de degeneraciones

Bafalluy detalló dos tipos de degeneración macular: una seca y otra exudativa (o húmeda, como se la conoce vulgarmente). “La seca es la más frecuente de un proceso de degeneración lento y lleva a perder la vista de manera central muy lenta. El paciente verá una mancha central en su campo visual. En tanto, la exudativa es menos frecuente y mucho más agresiva. El primer síntoma que presenta puede ser un enturbiamiento de la visión central, mientras que otro síntoma característico tiene que ver con la deformidad de imágenes, es decir, las líneas rectas se ven curvas”, explicó.

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