Ciudad

Un cielo de barriletes

Grandes y niños participaron de la décima tercera edición del encuentro. La jornada recreativa incluyó múltiples actividades.


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El cielo gris y amenazante de lluvia no fue impedimento para que el público se acercara ayer al Parque Scalabrini Ortiz (ubicado en avenida Alberdi y avenida Central Argentino) para disfrutar de la décima tercera edición del Festival Internacional de Barriletes “Pintemos el cielo de Rosario”.

Familias enteras dedicaron la jornada del domingo a remontar barriletes. Padres, niños, abuelos y algún que otro vecino y amigo fueron de la partida y se apropiaron del espacio con cometas de múltiples colores, muchos de ellos construidos con sus propias manos.

Munidos de reposeras, termos con agua caliente para el mate, gaseosas o jugos, galletitas, alfajores y sándwiches, rosarinos y visitantes dieron nuevamente el presente en un encuentro lúdico, libre y gratuito, que ya es tradicional en Rosario para esta época del año.

A lo largo de la actividad hubo vuelos de barriletes con un hilo, doble comando, gigantes y demostraciones, talleres de construcción, globos aerostáticos, combates y concursos.

Y como viene sucediendo desde ediciones anteriores, “sabedores” del tema, aficionados y novatos, sin distinciones de ningún tipo, dieron rienda suelta al placer de lograr que sus barriletes remontaran, se mantuvieran en lo alto y surcaran, aunque sólo sea en un pedacito, el cielo de la ciudad.

Cientos de chicos yendo y viendo por todo el parque. Oídos atentos a las indicaciones y consejos de los mayores. Miradas concentradas y rostros llenos de impaciencia y ansiedad. La cometa sube y cae, una y otra vez, hasta que logra volar y mantenerse en el aire como si formara parte inseparable del mismo cielo.

El enojo y la decepción del inicio dan paso a la sorpresa y a la sonrisa franca de los más pequeños, a una alegría incomparable que es contagiada a padres y abuelos, quienes desean inmovilizar la escena para atarla, con un hilo invisible de un barrilete imaginario, a sus propios recuerdos infantiles.

Satisfacción y felicidad por haber obtenido un pequeño logro. Una lección aprendida, pero que seguro habrá que perfeccionar, con tiempo y práctica, para superarse en la próxima fiesta rosarina de barriletes.

Esta fue, si cabe, una de las más gratificantes imágenes de una jornada cargada de color, y una de las mejores para ver y compartir.

Con las escuelas primarias

El viernes 20, de 9 a 16, en el parque Scalabrini Ortiz, tendrá lugar la jornada recreativa con las escuelas primarias de la ciudad organizada en el marco del 13º Festival Internacional de Barriletes Pintemos el cielo de Rosario y del programa El barrilete va a la escuela.

La propuesta, que fue suspendida el viernes último por mal tiempo, prevé que alumnos y alumnas de establecimientos educativos concurran, junto a docentes y padres, a remontar los barriletes construidos por ellos mismos –un total de 8.000– y a participar de otras actividades programadas.

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