Un cuadro descubierto por un chatarrero en el sótano de una villa italiana hace seis décadas es en realidad una obra de Pablo Picasso y podría venderse por millones, según los expertos.
Luigi Lo Rosso solía pasar sus días recorriendo casas abandonadas y vertederos en busca de tesoros para vender en la casa de empeños de la familia en Pompeya, Italia.
Ahora se cree que la pintura es una imagen distorsionada de la fotógrafa y poeta francesa Dora Maar, amante de Picasso, según Luca Gentile Canal Marcante, experto en arte y presidente honorario de la Fundación Arcadia, una organización sin fines de lucro dedicada a la restauración de arte con sede en Suiza.
La pintura al óleo sobre lienzo presenta el estilo asimétrico de Picasso de una mujer con un vestido azul y lápiz labial rojo.
Con apenas 24 años, Lo Rosso no apreció que la firma en la esquina superior izquierda de la obra de arte que decía simplemente «Picasso» significara algo, dijo su hijo Andrea Lo Rosso a CNN este martes.
El mayor de los Lo Rosso, quien murió en 2021, lo pegó en un marco barato y se lo dio a su esposa, para gran disgusto de ella, dijo su hijo.
A ella no le pareció que fuera lo suficientemente bonito para venderlo, así que lo colgó en la casa familiar durante unos 50 años y luego en un restaurante de su propiedad.
“Cuando mamá lo colgó en la pared para decorar la casa, y lo rebautizó como ‘el garabato’ por lo extraño del rostro de la mujer representada, yo aún no había nacido”, dijo Andrea Lo Rosso.
“Por las historias de papá sé que del vertedero de Capri se recuperaron dos lienzos, pero solo uno estaba firmado por Picasso. Ambos estaban cubiertos con tierra y cal y mi madre los extendió y los lavó con detergente, como si fueran alfombras”.
En la década de 1980, cuando Andrea Lo Rosso estaba en la escuela primaria, vio “Buste de femme Dora Maar” de Picasso en un libro de texto de historia del arte y se enteró de que el pintor español pasó un tiempo en Capri en la década de 1950.
Así comenzó un viaje que duró décadas para autenticar la firma en la obra de arte.
La familia dijo que se comunicaron con historiadores de arte, muchos de los cuales les dijeron que no era un original, pero se ofrecieron a quitárselo de encima.
Sospechosos, lo registraron en la policía patrimonial italiana, quienes primero pensaron que podía ser robado, pero como en ese momento no estaba autentificado, le permitieron a la familia conservarlo.
La obra se encuentra desde 2019 guardada en una bóveda de Milán. El mes pasado, finalmente, Cinzia Altieri, grafóloga del Tribunal de Patrimonio de Milán, consiguió certificar la autenticidad de la firma de Picasso.
Altieri trabajó en la pintura durante meses, la comparó con otras obras de Picasso y realizó pruebas forenses para asegurarse de que estaba firmada aproximadamente en la misma fecha en que fue pintada.
“No hay duda de que la firma es suya”, dijo en una declaración a los medios italianos el lunes. “No hay pruebas que demuestren su naturaleza apócrifa”.
El experto en arte Marcante, quien ha trabajado con la familia Lo Russo, le dijo a CNN que confía en que la pintura es auténtica.
El cuadro de los Lo Rosso probablemente valdría alrededor de 6 millones de euros (US$ 6,6 millones), según las evaluaciones de Altieri y Marcante, basadas en el mercado del arte actual.
Si es certificado por la Fundación Picasso de París, adquirirá aún más valor.
“Estoy feliz pero esperemos para brindar, todavía queda un paso por dar antes de dar por terminada esta increíble historia”, afirmó Andrea Lo Rosso.
“Sigo trabajando como lo hago cada día con la esperanza de que incluso en París se convenzan de la autenticidad del cuadro”.
Lo Rosso y sus hermanos dicen que cuando finalmente sea reconocido por la Fundación Picasso, podría más que duplicar su valor así que lo subastarán en honor a su padre, quien quería que el cuadro fuera certificado y vendido.