Un singular episodio se dio en la sesión de este jueves. En el marco de un tenso cruce, el concejal de Juntos por el Cambio Agapito Blanco retó a una pelea de box en el club Sportivo América a su par de Ciudad Futura Juan Monteverde. Todo se dio luego de que éste último le dijera “cagón y payaso” desde su banca.
Todo inició sobre el cierre de la sesión de este jueves luego de que la edila Fernanda Gigliani hiciera mención a Blanco en el marco de la polémica que se dio días atrás con el permiso que pidió la familia del futbolista Ángel Di María para construir una torre en zona norte.
Agapito pidió la palabra y le respondió Gigliani. Y fue tras eso que se desató la polémica. Quien tomó la posta fue Monteverde, que cargó duro contra el concejal de Juntos por el Cambio.
“Es típico de cagón agarrársela siempre con las mujeres”, dijo el edil de Ciudad Futura. Y agregó: «No le demos más entidad a este personaje cada vez más payasesco (siempre en alusión a Agapito). Es un Javier Milei de la arquitectura. Empiezan como payasos pero se vuelven peligrosos. Pero Milei al menos tiene un título”.
Blanco respondió de inmediato. “Voy a hacer una propuesta. Siempre hemos tenido contrapuntos. Pero como estos contrapuntos exceden lo retórico, lo ideólogico, lo intelectual, voy a intentar sacar algo positivo. Le propongo a Monteverde un evento deportivo. Vamos a calle Tucumán entre Oroño y Balcarce (Sportivo América). Ahí hay eventos de pugilato. Cobramos una entrada y este dinero lo destinamos a una obra de bien público. Necesitaría unos 60 días para prepararme. No más de 3 rounds con el casco de box amateur. Y hacemos que la gente se divierta un rato viendo a dos payasos dirimiendo sus cuestiones, ya que dice que soy cobarde”, replicó.
Fue allí que algunos ediles intercedieron e intentaron bajar el tono y continuar con la sesión. Uno de ellos fue Enrique Estévez. Pero Agapito los frenó y dijo en tono desafiante: “Lo que dije fue muy en serio”. Monteverde ya no respondió. Y al final el resto logró pasar a otro tema.
La historia
La polémica había surgido hace dos semanas al tratar un pedido para construir una torre sobre bulevar Rondeau con un metraje que va en contra del código urbano actual. El proyecto al final no se aprobó. El dato de color es que el constructor era el futbolista Ángel Di María.
La iniciativa que pretendía el jugador del PSG francés contó en un principio con el aval del bloque de Cambiemos y parte del Frente Progresista. Y tuvo la negativa de Ciudad Futura y el Justicialismo. Pero al final todo se cayó.
Para Gigliani, autoreferenciada en el PJ, “muchas de las situaciones de excepciones que se votan no deberían ni ingresar como excepción». Tras eso había cargado contra Blanco, que por fuera del Concejo se dedicó al rubro inmobiliario.
“Me parece que es poco ético en Argentina y en la China que una persona que tiene vinculación con el ámbito inmobiliario forme parte de la comisión de Planeamiento y tome decisiones que puede beneficiar a amigos e incluso a él mismo”, criticó la edila.
Luego el que pegó duro fue Monteverde, que se sumó a la polémica subiendo una foto en twitter donde se veían detectores de metales en el ingreso al Palacio Vasallo. “En el Concejo Muncipal están instalando un detector de metales. El problema es que muchas veces los delincuentes están del lado de adentro”, escribió con sorna.
“No tomo la vaina porque le estoy dando entidad a una criatura (en referencia al líder de Ciudad Futura). El problema del ladrón es que cree que todos son de su misma condición”, contestó Blanco aquella jornada. Y ayer todo estalló.