El formato y las reglas de juego en el debate entre Daniel Scioli y Mauricio Macri fueron acordados luego de varias reuniones entre representantes de ambos frentes y, a diferencia de la primera vuelta electoral, en esta ocasión habrá repreguntas, aunque no se permitirán interrupciones.
Los candidatos intercambiarán sus propuestas en torno a cuatro ejes, divididos en bloques temáticos: desarrollo económico y humano, educación e infancia, seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático.
Por sorteo ante escribano público se definió que Macri será el primero en exponer sus propuestas con una exposición de dos minutos sobre la temática de Desarrollo Económico y Humano. Scioli será el primero en exponer en el segundo y el tercer bloque temático mientras que Macri, por sorteo, será quien abra la presentación de la cuarta área del debate. Mientras que el candidato del Frente para la Victoria tendrá a cargo el cierre del debate.
El debate prevé tiempo para que los candidatos expongan sus propuestas y tiempo para que planteen preguntas al otro candidato, por lo que el eje serán las exposiciones, preguntas, réplicas y contrarréplicas.
Cada candidato tendrá dos minutos para desarrollar un tema y, transcurrido ese plazo, el que no exponga tendrá un minuto para hacerle una pregunta o un planteo: habrá entonces otros 60 segundos para la respuesta y otros dos minutos para una repregunta y una nueva réplica.
No se permitirán interrupciones ni de los moderadores ni de los otros candidatos: cada candidato y cada moderador contará con un micrófono principal y uno de respaldo que serán activados sólo durante el momento de intervención/exposición.
El cierre tendrá una introducción general a cargo del moderador y cada candidato tendrá dos minutos para hacer un cierre libre antes del saludo entre ellos.
El diseño de la escenografía contempla que los candidatos estarán parados con un atril y un asiento alto en el set principal, de manera equidistante entre ellos y centrados en el plano general. Por sorteo, en el lado izquierdo visto desde la audiencia estará Scioli y en el derecho Macri.
Los candidatos no podrán llevar objetos, documentos, apuntes, teléfonos, libros, diarios, revistas ni ningún otro elemento físico al evento, y no podrán mostrar gráficos, antecedentes, láminas, ni otros elementos. La producción colocará a disposición de los candidatos en cada lugar de hojas en blanco y una lapicera. Asimismo, se brindará el minuto a minuto del evento como guía adicional.
La iluminación será la misma para todos los candidatos y la producción proveerá de maquillaje y peluquería tanto para los candidatos como para los moderadores.
Tal como ocurrió en la pasada edición del debate presidencial, los moderadores serán Rodolfo Barilli, Luis Novaresio y Marcelo Bonelli.
El duelo entre Scioli y Macri comenzará a las 21, durará una hora y media y será transmitido en vivo por todos los canales de aire de alcance nacional, canales de cable de noticias y portales.
La Dirección Nacional Electoral ordenó suspender la publicidad de campaña en medios audiovisuales entre las 21 y las 22.30, mientras se esté transmitiendo el debate, con el objeto de “no alterar la neutralidad durante el transcurso del mismo”.
Argentina Debate reservó unas 120 butacas en el Salón de Actos para periodistas y medios y habrá 500 personas en el público “cuidadosamente invitadas por los candidatos y la organización”.
Las contiendas televisivas que hicieron historia
El debate presidencial que enfrentará al postulante del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y al candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, será el primero de esas características en la Argentina, pero no así en el mundo, donde abundan los antecedentes.
El país pionero en poner en marcha estos duelos televisivos cara a cara entre aspirantes presidenciales fue Estados Unidos, a partir del recordado ciclo de cuatro debates entre el candidato demócrata John Fitzgerald Kennedy y el republicano Richard Nixon, en la antesala a la elección de 1960.
El primero de los cuatro turnos, que marcó el debut del debate político televisado, es recordado por la pálida actuación de Nixon, quien no dejó de hacer campaña hasta horas antes de la cita mediática, y se mostró desmejorado físicamente por un pequeño percance de salud, con la barba crecida y peso por debajo de lo normal.
Otro debate emblemático fue el que protagonizaron Valéry Giscard d’Estaing y François Mitterrand en Francia en 1974. Pero un hito en la historia de los debates fue el que sostuvieron Jimmy Carter (demócrata) y Gerald Ford (republicano) en 1976.
En aquel duelo, Ford dijo, para extrañeza de todos, que no existía “dominación de la Unión Soviética en el bloque del Este”, y con esa afirmación poco convincente sepultó sus chances electorales.
Otra compulsa televisiva que pasó a la posteridad fue el debate entre Bill Clinton (demócrata) y George Bush (republicano) en 1992: la imagen de Bush padre mirando su reloj con gesto de fastidio y aburrimiento recorrió todas las tapas de diarios del mundo, lo cual benefició a Clinton, quien finalmente accedió a la Casa Blanca.
En 2006, el presidente de Brasil, Luis Inácio “Lula” Da Silva desistió de presentarse al debate, pero sí aceptó la invitación en la previa al balotaje, en la que se enfrentó con el candidato del Partido de la Social Democracia Geraldo Alckmin. Durante ese debate, Lula debió soportar las críticas de su rival por haber dejado el atril vacío en el turno anterior, pero en los comicios no tuvo dificultades en lograr la reelección.
Los dos tienen antecedentes
Con seis años menos de experiencia en el mundo político, el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, aventaja a Daniel Scioli en cantidad de debates televisivos realizados, ya que el gobernador bonaerense apenas cuenta con uno en su haber.
Luego de su ingreso a la política, en 1997, el actual gobernador bonaerense disputaba una banca en la Cámara de Diputados frente a dirigentes como Carlos “Chacho” Álvarez, Domingo Cavallo y Patricia Bullrich.
En el programa A Dos Voces, Scioli tuvo un duro cruce de chicanas con el ex ministro de Economía, aunque su pasado como motonauta y la consecuente experiencia ante las cámaras lo benefició.
Cuatro años después, en agosto de 2003, el por entonces postulante a jefe de Gobierno porteño Macri apuntaba sus esfuerzos con el sello Compromiso para el Cambio y en ese contexto también se presentó en los estudios del canal de noticias TN, donde intercambió propuestas, argumentos, acusaciones y chicanas con Aníbal Ibarra, Bullrich y Luis Zamora.
Tras ganar la primera vuelta y encaminado hacia el balotaje, un mes más tarde Macri se cruzó en los estudios de Canal 7 con Ibarra, quien días después logró la reelección a través de las urnas. En 2007, TN fue otra vez el ring en el que se midieron los principales candidatos a jefe de Gobierno: Mauricio Macri, Daniel Filmus y Jorge Telerman.
Tras quedar primero en la general, Macri no le concedió la posibilidad de un debate a Filmus previo al balotaje, donde finalmente el líder del PRO logró acceder a la jefatura de Gobierno. En 2011, después de varios intentos, marchas y contramarchas, el debate televisivo entre Macri, Filmus y Fernando “Pino” Solanas naufragó por las condiciones que pretendían imponer.
Mientras que el kirchnerista no cedió a la invitación de participar del debate en TN, Macri avisó que no acudiría a la Facultad de Derecho de la UBA, el lugar elegido por el ex ministro de Educación. Ya con el uniforme de candidato presidencial, y advertido de las encuestas que lo ubicaban en segundo lugar antes de la primera vuelta electoral, el postulante de Cambiemos aceptó la convocatoria para el debate en la Facultad de Derecho en octubre pasado, cita a la que concurrieron todos los aspirantes a excepción de Scioli, quien prefirió no exponerse.