El cantautor español Manuel Carrasco, uno de los artistas del momento y número uno en ventas en su país, visitó Argentina en el marco de una mini gira promocional de su último disco Bailar el tiempo que prevé presentar oficialmente en el país hacia finales de este año.
Doble Disco de Platino en España, con este trabajo –el sexto del artista surgido de la factoría del reality Operación Triunfo– el músico explora en clave de pop y balada las emociones actuales a través de canciones que hablan del amor, la vida y la libertad y desde allí sale a proponer “vivir de otra manera”, dijo en diálogo telefónico con El Ciudadano.
Continuación de Quiéreme (2003), Manuel Carrasco (2004), Tercera parada (2006), Inercia (2008) –álbum grabado en Buenos Aires y producido por Cachorro López–, y Habla (2012), Bailar el tiempo fue mezclado en Nueva York por Michael Bauer (Bob Dylan, Coldplay, Rolling Stones) y grabado y producido en España. “Es un disco muy luminoso donde hablo de la vida, de los miedos, de las dudas, de las ganas de salir hacia delante, incluso en los malos momentos”, anticipó en esta entrevista.
—¿Cómo estás viviendo este regreso al país?
—Muy emocionado con todo lo que está pasando. Vengo de España en medio de una gira muy bonita buscando que los argentinos también descubran estas nuevas canciones. Brindé un show en Mendoza y me sorprendió la repercusión que tuvo el disco.
—¿Qué representa este álbum?
—Es un disco muy luminoso donde hablo de la vida, de los miedos, de las dudas, de las ganas de salir hacia delante, incluso en los malos momentos; y creo que es un disco con una energía muy especial. Trabajé durante muchos meses en las composiciones y luego en la producción.
—¿Qué mensaje plantea el título?
—Hablo un poco, metafóricamente, de lo que hacemos generalmente las personas: en una frase más coloquial te diría que el mensaje es: “Al mal tiempo buena cara”. Bailar ante la vida, ante las cosas que nos suceden. Podremos tener o no buenos resultados pero el mensaje es intentar, siempre, sacarle a la vida la mejor cara. Es lo que he visto en los últimos años, donde se precipitaron cosas un poco difíciles en España. Ante eso la gente puede sacar lo mejor de si para intentar seguir adelante, no dejar de bailar y tratar de vivir de otra manera.
—¿Cuál es la búsqueda más íntima que realizás desde la música?
—Al final hay una búsqueda personal, de querer entender un poquito mejor el mundo, un poco mejor las cosas que me pasan a mí. Uno va creciendo, buscándose, encontrándose, aceptando quien es y las cosas que le gustan y quiere. A partir de ahí, en ese crecimiento personal, están las canciones que no vienen a ser otra cosa que un reflejo de lo que se vive o se busca. Este disco tiene mucho que ver con esa actitud. “Siendo uno mismo” es una canción que lo describe muy bien porque habla de que, pase lo que pase en la vida, hay que ser lo más auténtico posible y mirar la vida a los ojos.
—Este disco tiene un sonido muy internacional ¿Cómo juega la vinculación con los lugares por los que circula en el sonido final de tus discos?
—Tengo un marcado carácter en mi música por la manera en la que canto, escribo y produzco; hay algo ahí en común: es la combinación entre lo que hay afuera y lo que tengo dentro y llevo en la mochila de mi experiencia. A veces el equilibrio se consigue de una forma más acertada. En este disco se logró porque la gente puede ver el alma de lo que soy sin perder un ápice de autenticidad y a la vez sonando muy internacional.