El triunfo de Newell’s ante Boca mostró una forma de juego distinta a la que la Lepra tenía casi como un mandato inviolable y abrió un debate sobre “el estilo y el resultado” que aparece como el dilema más grande que se le presenta a Gustavo Raggio.
No hay dudas que ante Boca Newell’s fue más pragmático. Si bien por momentos intentó mantener el estilo impuesto por Martino, no se puso colorado en meter pelotazos sin destinatario para despejar peligro del área, ni tampoco le molestó demasiado que el rival lo superara en la tenencia de la pelota, lo que en años anteriores hubiera sido una catástrofe.
Si Raggio dudaba en implementar un esquema más equilibrado, la derrota inesperada ante Talleres por Copa Argentina lo convenció. Entonces mandó a la cancha el doble cinco que estaba erradicado en el Parque. Y si bien el equipo no se lució, el triunfo ante Boca significó un respaldo para el entrenador en esta apuesta a jugar ‘distinto’ en pos de ganar. Aunque la materia pendiente será darle a este Newell’s mayor vuelo ofensivo y que Scocco no termine el partido sin un disparo al arco.
¿Cambiará Raggio? Difícilmente lo haga ante Gimnasia, ya que la victoria respalda mantener la idea. Obviamente el DT pretende que el equipo presione más arriba y así no quedar tan lejos de los atacantes y del arco rival.
Otra alternativa que tiene en mente si este esquema no resulta es ‘romper’ el doble cinco y sumar a Víctor Figueroa al mediocampo. Un dibujo 4-1-3-2 más ofensivo, aunque menos equilibrado.
La tercera opción sería mantener el doble cinco, pero resignar un atacante para incluir a Figueroa, con un esquema 4-2-3-1.
Dependerá de los resultados. Porque este Newell’s versión Raggio quiere mantener las formas, pero siempre privilegiará ganar.
“No estaba para arriesgar”
Leandro Fernández retornó al Parque tras 10 años y su primer partido le entregó la alegría de un triunfo ante Boca, aunque el defensor confesó que “hubo nervios” y aún debe dar mucho más.
“En el primer tiempo no estuve tan bien, estaba un poco nervioso por la vuelta. Parecía que hacía 5 años que no jugaba, me costó acomodarme”, comentó el Coti, reconociendo que no tuvo un buen partido.
Fernández se mostró feliz por la victoria y a la hora de analizar la forma de juego de la Lepra, el zaguero reconoció que el rival también influyó para que Newell’s no desarrollara un juego distinto. “Boca por momentos se nos vino encima. No fue un partido sencillo. El gol nos vino bien para acomodarnos, pero no pudimos jugar cómodos como pretendíamos”, confió.
A diferencia de lo que sucedía en procesos anteriores, esta vez el equipo no dudó en meter pelotazos para despejar peligro en el área de Ustari y el ex Dínamo reconoció que fue un recurso necesario. “No estaba para arriesgar, más en mi caso que no estaba tan firme. No fue una orden del técnico, pero cuando las papas queman… En el primer tiempo buscaba una referencia, en el segundo había que sacar la pelota como sea”, confesó.
