Un gato merodeaba por la cocina de su hogar, se quemó la cola con la hornalla y del susto se escondió bajo una cama. En la casa además estaban, su dueña, una mujer de 45 y su hija de 6 años. Al parecer, la cola del minino tocó el colchón y así se inició el incendio.
Fuentes policiales indicaron que la mujer explicó que tenía prendida las hornallas de la cocina y el gato se paró al lado para estar cerca del calor. Se le prendieron fuego los pelos de la cola y se refugió debajo de la cama. Su cola tocó el colchón y allí comenzó a propagarse el fuego.
Los Bomberos Zapadores acudieron al lugar y lograron sofocar el foco ígneo. No hubo que lamentar heridos, sólo daños materiales.