Una gauchesca revisitada en la que gaucho y chica, de algún modo, se trasvisten buscando desde el disparate abordar temáticas como la competencia o la sed de triunfo. En Gauchos reversibles. Estampas del Pre-Cosquín, los talentosos actores Vicky Olgado y Nicolás Terzaghi desandan las peripecias de Pancho y Roxy, dos participantes del más convocante de los concursos vinculado al folclore, quienes se inscriben de modo fraudulento en casi todos los rubros que aparecen dentro del certamen. Las ganas de ganar y el vertiginoso ritmo de la competencia, los sorprenderá en las más impensadas y desopilantes resoluciones para alcanzar su objetivo: consagrarse en el Atahualpa Yupanqui, el escenario mayor de Cosquín, en el corazón de la Plaza Próspero Molina.
“Roxy pretende ser «el nuevo decir» de nuestro folclore, la vanguardia, y Pancho hará lo posible por seguirla, no siempre con éxito”, adelantan los actores y directores que este viernes, tras su paso con algunos fragmentos por el encuentro creativo Pulsión, confrontarán la obra completa con el público local en el Cultural de Abajo.
“La idea original de la obra es nuestra; curiosamente, tuvo su génesis durante unas vacaciones que ambos compartimos en la costa. Y el componente lúdico suele ser un buen aliado en los procesos creativos, sobre todo cuando se trata de una comedia, como en este caso. De hecho, los primeros juegos partieron de mezclar los géneros tradicionales de nuestro folclore con otros ritmos musicales”, adelantó Nicolás Terzaghi, quien brilló en la última producción de la Comedia Municipal Norberto Campos como Pedro, en la versión de Saverio, el cruel que dirigió Santiago Dejesús, y ambos, en las dos producciones de Bondi Colectivo Teatral, de la Comedia de Hacer Arte (Antígona Vélez y Grotesca. Suit criolla).
Según adelantan los creadores, el propósito del montaje estuvo en generar humor llevando al extremo del absurdo la idea de los jóvenes que se proclaman como la “renovación del folclore” e intentan modernizar estructuras un poco anquilosadas. “A esto, luego se sumó el contexto de la competencia. En este sentido, vale aclarar que el foco no está puesto en la consabida parodia al género gauchesco ni en la ridiculización de los estereotipos rurales. Por el contario, buscamos poner al descubierto las presiones propias de cualquier certamen, una cuestión a la que nos tiene acostumbrados la televisión, y los lugares a los que puede llevarnos la excesiva ambición por ganar y tener un reconocimiento”.
Acerca de lo reversible
El concepto de “reversibilidad” atraviesa toda la obra: “Desde la inversión de los roles, dado que Vicky interpreta a Pancho y yo a Roxy, hasta el vestuario, metamórfico de principio a fin. Y la escenografía, un dispositivo dinámico y giratorio. Todos estos recursos, junto al formato de números cohesionados con un hilván narrativo, contribuyen a consolidar un espectáculo totalmente adaptable a diferentes espacios escénicos”, analizó el actor.
«Más allá de que nunca fue algo planeado, bienvenido sea si lo que va desde el humor dispara en los espectadores algún tipo de reflexión sobre género, porque además es algo que hoy está muy en primer plano y circula entre todos a través de los medios».
En relación con la temática de género que, de antemano, pareciera plantear lo “reversible” a lo que alude el título, el actor aclaró: “Lo «reversible» siempre estuvo dentro de la propuesta como un recurso humorístico; dadas mis condiciones físicas, básicamente mi altura al lado de la de Vicky, de por sí, la imagen es fuerte respecto al intercambio de roles, pero nunca pensamos la obra como algo vinculado a la problemática de género”. Y completó: “De todos modos, y más allá de que nunca fue algo planeado, bienvenido sea si lo que va desde el humor dispara en los espectadores algún tipo de reflexión sobre género, porque además es algo que hoy está muy en primer plano y circula entre todos a través de los medios. Lo que digo es que no hay en la obra un discurso de género explícito; la composición de personajes, tanto desde el vestuario como desde lo morfológico, nunca busca y ni siquiera intenta, borrar en mí lo masculino como lo femenino en Vicky. Mi china tiene una sombra de barba y pelos en el pecho; no buscamos una propuesta desde el transformismo sino que es un personaje con cierta hibrides, sin apelar a lo que resalta del cuerpo de cada uno de nosotros. Los personajes no esconden nada de su propia morfología, sólo que somos dos actores recreando personajes del sexo opuesto; Pacho y Roxy son lo que se ve”.
Otra mirada al folclore
«No nos reímos del folclore como género; el foco de la parodia que propone la obra está puesto en el ritmo de la competición y en que estos dos personajes, muy simpáticos, se inscriben en todo, su único objetivo es ganar, y hacen lo que sea por ser primeros en esa competencia»
“En realidad, no nos reímos del folclore como género; el foco de la parodia que propone la obra está puesto en el ritmo de la competición y en que estos dos personajes, muy simpáticos, se inscriben en todo, su único objetivo es ganar, y hacen lo que sea por ser primeros en esa competencia. Pero no hay una ridiculización de los estereotipos gauchescos, ni del ambiente rural; obviamente, como tomamos modelos como disparadores, aparecen las danzas tradicionales y esta mixtura que van haciendo estos personajes del folclore con el reggaeton, la cumbia villera o la bachata, entre otros ritmos, que están muy alejados de la tradición y que transitan algo absurdo”, analizó el actor. Y concluyó: “Respecto de la recepción del público, aquellos que conozcan más de cerca este tipo de concursos, van a aprovechar más el espectáculo, porque más allá del humor, aparece la zamba, la firmeza, la chamarrita o la chacarera. Estudiamos sus estructuras, las revisitamos, y cruzamos ese recorrido con un humor que va de lo disparatado a lo absurdo”.
Para agendar
Gauchos reversibles. Estampas del Pre Cosquín se estrena este viernes, a las 22.15, en el Cultural de Abajo, de Entre Ríos 579, donde seguirá en cartel los restantes viernes del mes