La derrota de Newell’s en Florencio Varela encendió algunas luces de alarma. Es cierto que no hay que hacer un drama de un partido perdido, inclusive la Lepra se mantiene en el tope de la tabla detrás de Boca y San Lorenzo, pero Diego Osella seguramente se fue preocupado, ya que la producción del equipo fue muy baja, desde lo futbolístico y sobretodo desde lo físico.
Los temores del entrenador estaban justificados. Osella recalcó en la previa del partido que iba a ser difícil “sostener” el nivel que el equipo mostró antes del receso. Y así sucedió.
La Lepra estuvo lejos de aquel equipo que vapuleó 6-1 a San Martín en el Coloso y que ilusionó a todos. El equipo se vio aletargado y por momentos pareció jugar en cámara lenta. Como si aún siguiera en pretemporada.
También hay que decir que hubo decisiones del cuerpo técnico que pueden haber influido en ver un Newell’s tan distinto a su rival, en especial en el aspecto físico. Del 4 de enero cuando arrancó la pretemporada (en realidad el 6 porque hubo dos días de paro del plantel) hasta el sábado pasaron más de dos meses.
Y en ese lapso la Lepra apenas jugó cinco partidos amistosos. Es más, el último cotejo formal de preparación fue el 18 de febrero ante Colón en Santa Fe, y de ese partido al estreno ante Defensa pasaron tres semanas, y en la cancha se vio que el equipo todavía estaba con “ritmo de pretemporada”.
Osella temió por la aparición de lesiones a pocos días del inicio del torneo que era “incierto” y por eso optó por no jugar amistosos. Y esa excesiva precaución puso en cancha un equipo que fue “arrollado” por otro que estaba con una preparación física muy distinta, al menos para este primer partido.
Errores de planificación al margen, el DT debe tomar nota rápido de lo que sucedió y corregir. El sábado la Lepra recibirá a Vélez en el Coloso y necesitará recomponer su imagen para despejar cualquier tipo de fantasmas tras una pretemporada donde hubo demasiados factores externos que el propio Osella avisó que podían influir en lo deportivo.
Defensivamente habrá que ajustar el sector derecho, donde Franco Escobar sufrió horrores. Es posible que Osella pruebe con la inclusión de José San Román, quien deberá jugar con una férula que le resulta algo incómoda, pero frente a la necesidad no sería un impedimento para que debute con la Rojinegra.
Difícilmente Fabricio Formiliano pueda regresar. El defensor uruguayo se sumará hoy al grupo tras un desgarro en el sóleo que lo tuvo cuatro semanas sin entrenar con normalidad. Y tanta inactividad sería un problema para pensar en su regreso. Además, el técnico quedó conforme con el trabajo de Sebastián Domínguez, así que no va a apurar a Formiliano si no lo ve bien.
Y por más que parezca raro, difícilmente haya otra variante de nombres. Y no está mal. Si bien el doble cinco fue superado física y futbolísticamente, Osella confía en Juan Ignacio Sills y Facundo Quignon es una pieza clave del equipo, que por un partido flojo no corre peligro de salida.
Ni hablar del tridente Maxi-Formica-Scocco, titulares indiscutidos. Y si bien Joel Amoroso renueva cuestionamientos cada vez que tiene un partido flojo como el del sábado, para el cuerpo técnico siempre tiene una vida más.
Obviamente el trabajo del entrenador tendrá más que ver con lo anímico y lo táctico. Porque lo físico habrá que ir corrigiéndolo a medida que pasen los partidos. Y lo primero que deberá solucionar Osella es la “alimentación” de juego para Mauro Formica.
El Gato demostró que está en un nivel alto y que puede ser el arma más poderosa del equipo, pero si el rival tapa a Quignon, el DT debe buscar otras alternativas, ya que Sills no es tan dúctil con el balón.
“Fuimos un equipo predecible”, argumentó Osella, en una buena señal de reconocer errores sin meter excusas que de poco servirían.
No es tan grave perder un partido. Mucho menos para un equipo que está entre los tres mejores del torneo. Hubo una señal de alerta en Varela, es cierto. Y a veces un golpe a tiempo puede venir bien. Siempre y cuando se tome nota para corregir y no volver a cometer los mismos errores.
Tissera anotó y la reserva ganó
La reserva leprosa tuvo un buen reinicio. A diferencia de lo que sucedió con el equipo que dirige Diego Osellla, los comandados por Juan Pablo Vojvoda derrotaron a su similar de Defensa y Justicia por 1-0 con un tanto de Matías Tissera, quien mete presión para ser tenido en cuanta en el banco de Primera.
El tanto de Tissera llegó a los 30 minutos del primer tiempo y alcanzó para darle la victoria al equipo de Vojvoda, que quedó como escolta en la tabla de posiciones con 28 puntos, ya que alcanzó a Boca (28) y superó a Huracán (27), que cayó en San Juan. El líder es Independiente con 29 unidades, que no jugó con Talleres.
La Lepra alistó a Brian Bustos; Lionel Monzón, Stefano Callegari, Lisandro Martínez y Leonel Ferroni; Maxi Ribero, Braian Rivero y Joaquín Torres; Milton Treppo, Matías Tissera y Carlos Rotondi. En la segunda parte ingresaron Julián Marcioni por Treppo, Francisco Manenti por Torres e Ignacio Huguenet por Tissera.
Justamente Tissera llegó a 8 goles en la tabla de artilleros del torneo de reserva y de alguna manera le mete presión a Osella, que esta semana ni siquiera lo tuvo entre los concentrados.