El Mundial sigue dando que hablar y no sólo por el fútbol y las sorpresas de la selección de México derrotando al perfecto Alemania, ni el empate del pentacampeón ante Suiza.
La lucha de mujeres es una lucha universal e histórica que de a poco va rompiendo las barreras del patriarcado en todos los rincones del mundo. Y por suerte, el fútbol y el periodismo no son la excepción.
En tierras brasileñas ayer no sólo se habló del 1 a 1 sorpresivo ante Suiza del claro candidato a ganar la Copa del Mundo en Rusia. En Brasil se dio un acontecimiento único en la historia de ese país: por primera vez en la historia del fútbol una mujer relató un gol de la selección verdeamarelha en un Mundial. Y eso en un país futbolero por excelencia no debe pasar inadvertido.
Isabelly Morais es una joven periodista deportiva que trabaja en una radio local y se convirtió en pionera, luego de ser la encargada de relatar el partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita el pasado jueves para una señal internacional: FOX Sports.
Pero no quedó ahí, y ayer Isabelly se dio el lujo de gritar bien fuerte el gol de Philippe Coutinho para todo Brasil. Aunque la alegría tuvo fin y el partido terminó en empate.
Además, Morais está acompañada por Renata Silveira y Manuela Avena, que relató el partidazo entre España y Portugal con seis goles, para desquitarse de tanto tiempo donde sólo los hombres podían darse el lujo de relatar. Todas viajaron por el mismo canal, y son tres entre cien enviados de prensa, los demás son todos muchachos.
El país vecino, en algunas cuestiones relacionadas con la igualdad de género y fútbol, nos lleva un poco de ventaja: sus jugadoras fueron subcampeonas del Mundial 2007 y cuentan entre sus filas a la mejor del mundo: Marta Vieira Da Silva.
Pero a pesar de romper barreras, falta mucho por conquistar en un país donde sólo el 26 por ciento de los políticos son mujeres; donde se mueren 13 mujeres por día (según las Naciones Unidas el 40 por ciento de los femicidios de Latinoamérica se cometen en ese país); donde el aborto no es legal; y donde a las pibas todo les cuesta un poco más.