Un efectivo del Servicio Penitenciario de la cárcel de Coronda quiso introducir 17 teléfonos celulares en el interior de una mochila. La maniobra fue descubierta el sábado por la mañana cuando el hombre fue obligado a pasar por el detector y el body scanner antes de ingresar a las instalaciones carcelarias. Las autoridades lo pasaron a disponibilidad.
El guardiacárcel se reintegraba a su puesto de trabajo a las 9 de la mañana de este sábado. H.N., de origen santafesino y con cuatro años de servicio en la fuerza, se resistió a pasar por el control del detector y el body scanner. Al acceder, el personal penitenciario descubrió en su mochila 17 teléfonos celulares, unas 22 tarjetas sim de teléfonos, 14 cargadores, cerca de 10 auriculares, unos 20.000 pesos en efectivo y gran cantidad de agujas de tatuar, más dos accesorios para ese fin.
Todo estaba disimulado dentro de dos bolsas negras encintadas que buscaban pasar desapercibidas entre sus pertenencias.
Los resultados de la requisa determinaron el pase a disponibilidad del oficial y la apertura de un sumario administrativo con participación de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario. Las autoridades afirmaron que, por la cantidad de elementos secuestrados, se sospecha que la intención era su distribución entre los internos del penal.
La fiscalía de turno a cargo de Alejandro Benítez ordenó que se derive el teléfono personal del efectivo a la Agencia de Investigación Criminal para determinar verdaderas intenciones de H.N. y los contactos recientes que lo pudieran vincular con esta incursión.
