Carlos Fernando «Chino» Fleitas fue uno de los acusados en la primera investigación por asociación ilícita a la banda de Los Monos aunque luego sólo cuatro de sus integrantes llegaron a juicio sólo por el crimen del adolescente Walter Cáceres. Fleitas, de ahora 38 años, se sentó en el banquillo de los acusados junto al líder de Los Monos, Claudio «Pájaro» Cantero, César «Bola» Marchetti y Mariano «Cacho» Salomón por el crimen de Walter Cáceres tras una balacera ocurrida en febrero de 2010 cuando dos colectivos con hinchas de Newell´s, donde iba el jefe de la barra Diego «Panadero» Ochoa fue atacado a tiros a la altura de Las Flores. El chico de 14 años recibió un impacto en la cabeza y murió mientras otras dos personas resultaron heridas. Ese asesinato aún continúa impune, ya que en 2011 todos fueron absueltos. En 2013, Fleitas sumó una nueva imputación como integrante de la asociación ilícita, que tras el asesinato del Pájaro, estaba liderada por los hermanos Ariel «Guille» Cantero y Ramón «Monchi» Machuca. El juicio a los integrantes del clan Cantero fue en 2018 y como Fleitas estaba prófugo no fue sentenciado. El hombre fue detenido mediados de 2018 y ahora aceptó su responsabilidad dentro de la asociación ilícita en un juicio abreviado donde recibió una pena de tres años y tres meses.
En la causa por el asesinato de Walter Cáceres, Fleitas quedó involucrado luego de que su ex pareja radicara una denuncia por violencia de género poco después del hecho y en su testimonio contara una conversación donde había escuchado, según su relato, que Fleitas había aceptado participar en una emboscada para matar al mandamás del paravalanchas leproso, Ochoa. El juicio terminó con todos absueltos por el crimen, aunque Fleitas quedó tras las rejas. Durante el debate ocurrido a finales de 2011 le notificaron una condena a 4 años por el delito de portación y amenazas coactivas.
A los dos años, el 26 de mayo de 2013 fue acribillado el Pájaro Cantero –crimen aún impune– y desató a una saga de homicidios en clave de venganza y una reacción por parte de la Justicia que derivó en una catarata de allanamientos que tuvo como eje la familia Cantero y sus allegados.
Por ese tiempo, también se investigaba el homicidio de Martín «Fantasma» Paz, cuñado del Pájaro, acribillado en septiembre 2012 y que nunca fueron hallados sus responsables. El expediente estaba a cargo del entonces juez instructor Juan Carlos Vienna, quien abrió una nueva línea investigativa que derivó en la causa por asociación ilícita que tuvo como protagonistas a Los Monos. Esta pesquisa se conoció como la megacausa donde quedaron involucrados muchos de los integrantes de la familia Cantero y sus históricos lugartenientes en una serie de homicidios, amenazas y abusos de armas que sucedieron al asesinato del Pájaro.
Muchos de sus integrantes entre ellos la madre de los Cantero, Celestina Contreras, firmaron acuerdos abreviados y el resto fue a juicio oral y público que terminó en abril de 2018 en altas condenas para los sindicados herederos de la banda, Guille Cantero y Monchi Machuca, penados como jefes de la organización.
Según la investigación, uno de los miembros de esta asociación ilícita era el Chino Fleitas, quien había sido fue imputado en agosto de 2013. Luego, se mantuvo prófugo por lo que no no fue juzgado en 2018 como integrante de la organización dedicada a diferentes delitos ocurridos al menos durante los meses de abril, mayo y junio de ese 2013 y que buscaron el predominio del territorio.
A mediados de 2018, el Chino Fleitas fue detenido por personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) durante un procedimiento y de ahí quedó en prisión.
Abreviado: 14 condenas para el primer capítulo de la megacausa
Fue en ese marco que la defensa de Fleitas, representada por los penalistas Adrián Ruíz y José Ferrara, y el fiscal que llevó adelante la acusación de la llamada megacausa Gonzalo Fernández Bussy acordaron un procedimiento abreviado y durante una audiencia que tuvo lugar este jueves ante la jueza Silvia Castelli el acusado reconoció el su responsabilidad en la asociación ilícita y aceptó una condena efectiva de tres años y tres meses por el hecho.