Habitantes de un edificio de España al 500 escucharon en la madrugada de este sábado la alarma del ascensor y, cuando se acercaron a averiguar qué pasaba, encontraron a un hombre de 70 años en el techo de la cabina del elevador, que estaba en el tercer piso. La puerta había quedado abierta en el décimo, donde vivía la víctima. En el foso, encontraron sus zapatos y manchas de sangre.
El personal de la Brigada Motorizada de la Policía llegó al edificio a las 2.15 tras un llamado al 911. Una de las habitantes, Marcela, de 61, les dijo que había escuchado la alarma del ascensor encendida por varios minutos. Agregó que llamó al técnico habilitado por el consorcio. Los dos comenzaron a recorrer los ingresos al elevador. Empezaron por la planta baja y allí, en la fosa, vieron un par de zapatos y manchas de sangre. Alarmados, iniciaron un recorrido piso por piso. Encontraron la cabina del ascensor detenida en el tercero. En el techo del habitáculo había un cuerpo.
Ante el llamado al servicio de emergencias Sies, confirmaron que el hombre estaba muerto y lo identificaron por una tarjeta de crédito que llevaba encima: se trata de Benjamín Mascioli, de 70 años. Al verificar el recorrido del ascensor constataron que las puertas del décimo estaban abiertas. Es la planta donde vivía la víctima, por lo que dedujeron que cayó al vacío siete pisos. El cuerpo no presentaba en principio indicios de violencia; todo apunta a una falla de seguridad que permitió abrir la puerta cuando la cabina no estaba en el piso. A las 4, el personal policial comunicó el incidente a la fiscal Valeria Piazza Iglesias. Intervino el Gabinete Criminalístico PDI y el cuerpo se remitió para la autopsia. También se avisó a la Dirección General de Alumbrado Público para clausurar los ascensores y hacer los peritajes sobre su funcionamiento.