Un hombre de 30 años fue imputado por el femicidio de Isabel María del Luján Pero. El hecho tuvo lugar el último día de junio tras una discusión en un departamento céntrico. La víctima fue encontrada por personal policial del Comando Radioeléctrico en un gran charco de sangre con un corte profundo en el cuello.
Su pareja estaba junto al cuerpo en aparente estado de shock y marchó preso. Este viernes en una audiencia oral se lo imputó por el delito de homicidio calificado por el vínculo y femicidio. Quedó detenido preventivamente por el plazo máximo de ley, es decir dos años.
Además el juez ordenó la realización de una junta psiquiátrica forense a los fines de que examinar al imputado y determinar, en función a su invocación de una adicción al alcohol y los estupefacientes, si sufre de alteraciones de sus facultades mentales que lo tornen peligroso para sí o para terceros.
Cerca de las 0.30 del 30 de junio un llamado al 911 alertó sobre gritos y un pedido de ayuda de un hombre en el departamento del primer piso de un edificio de calle San Lorenzo al 1200.
Los vecinos contaron que se escuchaban peleas en el departamento en forma frecuente y en algunos casos los gritos obligaron a los vecinos a llamar a los agentes policiales.
Cuando el personal del Comando Radioeléctrico llegó al lugar, encontró a la víctima de 39 años tirada en la cocina sobre un charco de sangre con un gran corte en el cuello y hematomas en los brazos.
Junto a ella estaba Marcos Elías Ponce, de 30 años, en aparente estado de shock y con sus ropas ensangrentadas. Los uniformados constataron un gran desorden en el lugar y secuestraron un cuchillo.
Según una fuente fiscal el crimen se produjo durante una discusión de la pareja, relación que estaba atravesada por la violencia de género sostenida en el tiempo y con reiteración de conductas agraviantes y lesivas hacia la víctima, dijo.
La fiscal Georgina Pairola ordenó la detención del acusado y este viernes lo imputó por el delito homicidio agravado por el vínculo y femicidio.
El sospechoso declaró y dio su versión de los hechos desvinculándose del crimen. mientras su defensor particular Ezequiel Torres planteó que la conducta llevada a cabo por su defendido es atípica. Pidió la libertad y subsidiariamente planteó la internación de Ponce.
Finalizada la exposición de las partes, el juez Nicolás Vico Gimena resolvió tener por formalizada la audiencia, ordenó la realización de una junta psiquiátrica forense a los fines de que examine al imputado y determine, en función a su invocación de una adicción al alcohol y los estupefacientes, si sufre de alteración en sus facultades mentales que lo torne peligroso para sí o para terceros y dictó la prisión preventiva en su contra por el plazo de ley.
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