Al menos tres personas murieron y otras seis resultaron heridas en un tiroteo dentro de un edificio en el centro de Auckland, Nueva Zelanda, horas antes de que comience el Mundial de Fútbol femenino. Las autoridades señalaron que se trató de «un incidente aislado» y que «no representa un riesgo para la seguridad nacional».
Según la policía, «una persona disparó un arma de fuego en el interior del lugar, en la parte baja de Queen Street, alrededor las 7.22 horas (hora local)». El informe oficial agrega que el atacante, un hombre, «se desplazó por la obra y continuó disparando su arma de fuego». Sigue el reporte: en los «niveles superiores del edificio, se contuvo en el hueco del ascensor y nuestro personal intentó hablar con él». De acuerdo al relato policial, el intento de mediación no dio resultado, el agresor disparó de nuevo «y fue localizado muerto poco después».
El alcalde de Auckland, Wayne Brown, calificó el incidente como «algo terrible porque ocurre en nuestra ciudad en un momento en que el resto del mundo nos está mirando por el fútbol». La Copa Mundial Femenina 2023 comienza este jueves en Auckland.
Brown pidió a los residentes evitar trasladarse al centro de la ciudad a través de su cuenta de Twitter. «Esta es una situación aterradora para los habitantes de Auckland en su viaje al trabajo de la mañana de este jueves. Por favor, quédense en casa, eviten viajar al centro de la ciudad», escribió Brown.
El ministro de Deportes y Actividades Recreativas de Nueva Zelandia, Grant Robertson, dijo en conferencia de prensa la mañana de este jueves que habló con el presidente y el secretario general de la FIFA y el torneo seguirá adelante. «El partido de esta noche se jugará», afirmó.
«No hay ningún riesgo en curso aquí», dijo, por su parte, el primer ministro de Nueva Zelandia, Chris Hipkins, en la conferencia de prensa. «El ministro de Deportes seguirá en contacto con la FIFA y se asegurará de que muchos de los preparativos para esta noche se lleven a cabo correctamente», añadió.
Antececedentes y reacción
El Parlamento de Nueva Zelandia votó a favor de prohibir las armas semiautomáticas de estilo militar en 2019, semanas después de que ocurriera la masacre de Christchurch, que dejó 50 muertos. La entonces primera ministra, Jacinda Ardern, dijo a los legisladores que estaban dando «voz» a los que murieron en el tiroteo masivo en dos mezquitas de Christchurch, que la propia Ardern describió como «el más oscuro de los días en la historia de Nueva Zelandia».
