Una suboficial de la Policía Comunitaria, su pareja y el hermano de éste fueron imputados ayer por un asesinato ocurrido en Puente Gallego a principios de este mes, luego de ser detenidos un día antes en diferentes sectores de la zona sur. Según la investigación de la Fiscalía, la mujer policía le prestó el arma reglamentaria a su novio y se presume que esta pistola fue utilizada en el crimen investigado, dijeron fuentes del caso. Al término de la audiencia se les dictó prisión preventiva sin plazo.
Efectivos de la sección Capturas de la División Judicial de la UR II efectuaron allanamientos al caer la tarde de anteayer en la zona sur, dijeron voceros de la investigación. Según esta versión, con orden judicial a solicitud del fiscal Bianchini, de la Unidad de Homicidios Dolosos, se constituyeron en el puesto Nº 3 de la Policía Comunitaria, ubicado en San Martín y Khantuta, en barrio Las Flores, donde detuvieron a la suboficial Eliana M., de 23 años, a quien le secuestraron su arma reglamentaria, un chaleco antibalas, un handy y un celular.
De acuerdo con fuentes del caso, en el lugar uno de los policías que participaba del allanamiento observó la presencia de un muchacho cuyas características fisonómicas se correspondían con las de uno de los dos sospechosos en la pesquisa, por lo que procedieron a demorarlo. Se trataba de Jonatan M., de 23 años y pareja de la mujer policía, a quien le incautaron una moto Honda Wave. Más tarde, los policías de Capturas fueron hasta la casa de la mujer policía, en Atlántida al 8900, en barrio Puente Gallego, donde fue apresado otro muchacho, identificado como Alexis M., y secuestraron municiones, accesorios armamentísticos y un celular. Según esta versión, allí viven los detenidos y los varones son hermanos aunque no comparten apellido. El trío fue imputado por homicidio agravado por un caso ocurrido a principios de este mes en el mismo barrio.
El cuerpo de César Domínguez, de 24 años quedó tirado a dos cuadras de ese lugar, en camino viejo a Soldini y San Juan de Luz, frente a un descampado, alrededor de las once de la noche del 6 de marzo pasado con cinco impactos de bala tras ser atacado por motociclistas, según dijo un vocero del caso. La víctima recibió impactos 9 milímetros –fueron incautadas cinco vainas de ese calibre– en oído y hombro derechos, y en omóplato y axila izquierdas.
Además, un tiro, que al parecer fue el de gracia, le ingresó por el parietal izquierdo y le salió por la zona frontal del cráneo, y presentaba un corte en el cuello. Vecinos dijeron al día siguiente a este diario: “El Pelado estaba rescatado, pero viste cómo es. A veces cambiás pero quedan cuentas pendientes que te las hacen pagar”.
Según esta versión, pese a que había crecido en el barrio, en el último tiempo se hacía mudado cerca del Casino, pero regresaba seguido. Según testimonios de la causa, la víctima y Jonatan, el acusado de matarlo, eran primos y habían tenido un problema hace un año. Ahora, tras el secuestro del arma reglamentaria de la uniformada, se peritará para conocer si fue la usada en el crimen.
Ayer el fiscal Bianchini les imputó a todos el homicidio agravado de Domínguez, a los varones como autores materiales y a la suboficial como partícipe, y luego el trío recibió prisión preventiva sin plazo.