El general retirado Ahmed Shafiq, último primer ministro de Hosni Mubarak, anunció que ha pasado a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales egipcias, en la que se enfrentará al candidato de los islamistas Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi. Las cifras que se manejan tras el escrutinio del 95% de los votos, otorgan a Mursi el 25 por ciento de los sufragios y el 24 a Shafiq.
Shafiq manifestó que «el pueblo eligió a quien cree que cumplirá lo que él desea», a falta de que se anuncien de forma oficial los resultados que designarán a los dos aspirantes que pasan a la segunda vuelta, que se celebrará los próximos 16 y 17 de junio.
El candidato prometió a los jóvenes egipcios «devolverles la revolución», lo que fue recibido con fuertes aplausos y gritos de «Viva Egipto» por los miembros de su equipo.
Shafiq volvió a destacar que su programa «se centra en la recuperación de la seguridad», y recordó que los millones de votos que recibió «rechazan que el país se hunda en el caos».
Asimismo, aseguró que su intención es «la aplicación de la ley dentro del respeto a los derechos humanos, para reconstruir el país y la economía y para instaurar la justicia social».
«Me comprometí a desarrollar los servicios sanitarios y a resolver el problema del paro, y todo eso se logra a través de la estabilidad», dijo, en alusión a la convulsa transición que vive el país desde la caída del expresidente Hosni Mubarak, en febrero de 2011.
En su intervención abogó también por «mirar adelante y olvidar el pasado», y pidió que se deje a la Justicia seguir con su curso en los procesos abiertos contra las autoridades que trabajaron con Mubarak.
«Si hablamos del antiguo régimen, pidamos cuentas a todos. ¿Acaso es lógico que se les pida cuentas a todos?», se preguntó, y añadió que quien desee manifestarse o acampar «con respeto y cumpliendo la ley, que lo haga».
«No hay razón para la enemistad o para enfrentamientos verbales, ya que hemos llegado a una etapa en la que los corazones están abiertos y se debe ser más humilde en el trato con todos», señaló Shafiq, en aparente referencia a sus contrincantes islamistas.
Su contrincante en la segunda vuelta, Mursi, ha convocado a candidatos y personalidades para tratar de abrir un diálogo nacional con el objeto de salvar a la revolución de los ‘fulul’ (remanentes del antiguo régimen).
Interrogado sobre posibles conflictos con el Legislativo -dominado por los islamistas- si es elegido presidente, Shafiq insistió en que «el Parlamento tiene su papel, el presidente tiene su papel, y el Gobierno tiene el suyo».
«Prometo un Estado moderno, una nueva república, un nuevo Egipto que no excluya a nadie y pertenezca a todos. Estoy orgulloso de estar en la segunda ronda, y pido a todos los que no participaron que lo hagan en la segunda vuelta», añadió.
En una entrevista con el canal de televisión «Al Hayat», Shafiq adelantó que «no tendría inconveniente» en designar a un primer ministro islamista, si la futura Constitución establece finalmente que el Ejecutivo salga del Parlamento.