Un joven de 23 años está siendo enjuiciado por el crimen de Josué Matías Funes Zárate ocurrido a fin de 2018 en Villa Gobernador Gálvez. La víctima era hijo de su pareja a quien golpeo contra un objeto contundente y le causó una lesión de tal gravedad que le produjo la muerte, contó la fiscal Georgina Pairola. La funcionaria solicito una pena de 20 años de prisión por el delito de homicidio simple. El tribunal que preside el debate está a cargo de María Isabel Mas Varela, Ismael Manfrín y Hernán Postma.
Según la atribución fiscal la noche del 22 de noviembre de 2018 la víctima caminaba con el acusado por pasaje 2 y Rosario de Villa Gobernador Gálvez cuando fue golpeado, al menos en dos oportunidades, contra un objeto o superficie dura que le provocó graves lesiones. El niño sufrió una hemorragia abdominal masiva por politraumatismo que le produjo la muerte.
El niño fue trasladado al hospital Anselmo Gamen donde ingresó con un paro cardio respiratorio, un fuerte traumatismo de cráneo, golpes y raspaduras en el rostro. En el nosocomio el acusado dijo que tras la cena y mientras la mamá del niño terminaba de arreglar la casa salió a caminar con el pequeño para calmarlo porque lloraba mucho. Contó que el niño iba lo llevaba a upa y se le cayó cuando lo balanceaba y se golpeó contra una loza que tenía unos fierros que sobresalían. Pero en una segunda versión dijo que se le cayó dos veces mientras lo balanceaba entre sus brazos.
Pero la versión no convenció a la fiscal y después de algunas medidas que incluyeron la constatación de la existencia de una loza partida y una entrevista al joven por parte de una psicóloga dispuso que Ferrer quede detenido.
La autopsia determinó que el fallecimiento se produjo “por graves traumatismos sufridos por la acción traumática, violenta y súbita, que aparece como improbable que haya sido generado en un solo evento, sino producto de la repetición de acciones, es decir, de dos o más actos violentos..”, cuenta el informe. Estos golpes comprometieron órganos internos que provocaron una hemorragia abdominal masiva que lo llevó a la muerte.
La acusación se refirió a un informe de la Junta Médica respecto a la mecánica del hecho dijo que las lesiones constatadas «…no resultan compatibles con caída del niño desde su propia altura..” y agrega “si bien no es posible precisar la cantidad de acciones traumáticas, requirió la repetición de al menos dos o más. Así también el tipo de violencia que traduce el presente cuadro se asocia al mecanismo ejercido sobre un pequeño cuerpo inerme y vulnerable por la diferencia de masa corporal y la energía que traducen las lesiones».
Para la fiscal las lesiones sufridas por el niño no pueden haber sido producto de una caída accidental, sino que por el contrario, requirieron más de una acción deliberada, reiterada, y con una fuerza contundente contra un objeto contundente y solicitó 20 años de prisión por considerarlo autor del delito de homicidio simple. La defensa se encuentra a cargo de Juan Ignacio Bazet del Servicio Público de la Defensa.
